Suecia cree que Rusia está detrás de la quema del Corán

Turquía paraliza la negociación para
la entrada de los suecos a la OTAN
Ricardo Mir

Barcelona. En apenas una semana, la furia ha corrido como la pólvora en varios países del mundo islámico por la quema de un Corán en Estocolmo, escenificada durante una protesta de la extrema derecha frente a la embajada turca, añadiendo además un obstáculo a la tortuosa entrada de Suecia en la OTAN. “Aquellos que permiten semejante blasfemia frente a nuestra embajada no deberían esperar nuestro apoyo para ser miembros de la OTAN”, dijo el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, el hombre tiene la llave para la ratificación final de la adhesión sueca.

A medida que pasan los días, la sombra alargada del Kremlin planea sobre el incidente, acaecido el pasado sábado durante una manifestación en las inmediaciones de la legación turca. Apenas un centenar de personas asistieron a la protesta, liderada por el conocido político islamófobo danés Rasmus Paludan, condenado en su país por ofensas racistas y activo también en Suecia desde que obtuviera la doble nacionalidad. Tras una larga diatriba contra el islam y la inmigración musulmana, Paludan prendió fuego a un Corán ante las cámaras.

Posteriormente, la televisión sueca reveló que fue el periodista Chang Frick, un antiguo colaborador de RT, uno de los canales internacionales del Kremlin, el que pagó la tasa preceptiva para celebrar la manifestación del sábado. Desde entonces buena parte de la atención se ha centrado en Frick y sus conexiones con Rusia, investigadas por las autoridades. ricardo mir de francia