Tres diputados de Cs en Murcia frustran la moción y entran en el Gobierno

El giro inesperado de ayer en esta comunidad deja el feudo de la madrileña Díaz Ayuso como única incógnita política por despejar
Moción de censura
mario álvarezSantiago
López Miras junto a Isabel Franco, una de los tres diputados de Cs que le apoyan. Foto: E.P.

Los diputados regionales de Cs Isabel Franco, Valle Miguélez y Francisco Álvarez anunciaron ayer que votarán en contra de la moción de censura presentada por su partido y el PSOE contra el Gobierno de Fernando López Miras, del PP, quien tras esta decisión les nombró viceconsejeros en su Ejecutivo, mientras Ciudadanos les abrió un expediente de expulsión.

Isabel Franco, vicepresidenta y consejera del área social desde mayo de 2019, dio a conocer ayer en rueda de prensa esta decisión junto al presidente en la sede de la presidencia de la comunidad.

Según ella, sigue vigente el acuerdo para la investidura alcanzado hace dos años por ambos partidos y manifestó que firmó junto a los otros cinco diputados de su grupo la moción de censura por “disciplina de partido”, si bien no la refrendará en el Parlamento murciano.

El martes PSOE y Ciudadanos, que suman mayoría absoluta en la Asamblea murciana, presentaron una moción de censura contra el Gobierno regional, formado por PP y Cs, que finalmente decaerá por la falta de apoyo de tres de los seis parlamentarios de la formación naranja.

Miras calificó la moción como un “espectáculo vergonzoso y lamentable”, y acusó al PSOE y a los miembros de Cs que apoyan la moción de anteponer “su interés personal” al de los murcianos.

El cambio de criterio de estos tres diputados de Ciudadanos entre acusaciones de transfuguismo deja a Madrid como la única incógnita cuyo futuro político habrá que despejar próximamente de las tres comunidades en las que los socialistas presentaron sendas mociones.

De esas tres autonomías, Madrid, Castilla y León y Murcia, esta era en la que se daba por hecho el relevo de su Gobierno regional.

Pero el PP de Pablo Casado, en unas negociaciones de última hora encabezadas por su secretario general, Teodoro García Egea, ha logrado retener Murcia en una maniobra que ha sorprendido al PSOE y debilita al partido de Inés Arrimadas.

Una maniobra que ha dado pie a acusaciones de los socialistas de no respetar el Pacto Antitransfuguismo, corromper la política y protagonizar un “tamayazo”.

Aluden así a la situación vivida en Madrid en 2003 cuando dos parlamentarios socialistas (Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez) se abstuvieron en la segunda votación de investidura del socialista Rafael Simancas como presidente autonómico e impidieron su elección.

También desde la dirección nacional de Cs hubo reproches al PP. Su portavoz adjunto en el Congreso, Edmundo Bal, le acusó de “haber comprado tres bocas” para tapar su corrupción.

Una vez que los tres parlamentarios murcianos de Cs anunciaron su voto, la coordinadora del partido en la región y que iba a ser la nueva presidenta autonómica, Ana Martínez Vidal, ofreció un acuerdo a los tres diputados de Vox en el Parlamento expulsados de la formación de Abascal. Pero fuentes del PP dijeron a Efe que no tienen ninguna preocupación ante esa estratagema.