Vox ha dejado cerrada la puerta de regreso para Macarena Olona

El encargado del anuncio fue Espinosa de los Monteros, con quien entró al partido
EFE

Madrid. Macarena Olona perdió su pulso con Vox, el partido que le llevó al estrellato político, que dejó según dijo por problemas de salud y que ahora le da un contundente adiós, cansado del tira y afloja al que sometió a los de Santiago Abascal desde que en agosto se propuso iniciar su camino de retorno.

“Estoy como los caballos antes de la carrera, llena de adrenalina y deseando que se levante la barrera”, dijo Olona el 29 de agosto, justo cuando se cumplía un mes de su retirada de la política y del partido y tras no cumplir las altas expectativas puestas en ella por Santiago Abascal cuando la envió de candidata a Andalucía para las autonómicas.

Fue el mismo día en que empezó el Camino de Santiago acompañada de medio centenar de seguidores cuando, recuperada ya de la “cuestión de tiroides” que le hizo apartarse de la política, dejó entrever su intención de volver descolocando a cuantos siguieron su trayectoria.

¿Con qué intención? Ayer, tres semana después, aún lo dice claramente, abriendo una crisis interna inédita en Vox, con acusaciones de linchamiento y falta de democracia que apuntan directamente hacia el mismo secretario general de la formación, Javier Ortega Smith.

Fue la gota que colmó un vaso a punto de rebosar en cada movimientos a golpe de tuits, entrevistas muy puntuales y escogidas y conferencias organizadas por disidentes enfadados con la dirección de un partido con una marcada estructura piramidal en la toma de decisiones.

Tanto es así que nadie en las filas de la fuerza ultra se salió estos días del discurso oficial, ni en público ni “en petit comité”. Se han limitado a celebrar su “pronta recuperación” y a esperar a que les comunicara si había decidido volver o no a la política y afiliarse de nuevo.

No respondieron a quienes achacaban su actitud a diferencias con la dirección durante la campaña de las andaluzas y por no permitirle luego compatibilizar su escaño en Andalucía con el Senado. Tampoco a los que apuntaban que su intención era crear una plataforma al margen de Vox si no le hacían un hueco en el Comité Ejecutivo Nacional, el máximo órgano del partido.