A partir del 21 de junio se podrá circular con total libertad por toda España

Sin estado de alarma, queda en manos de las comunidades decidir confinamientos sobre un grupo concreto de personas, aclara Illa
Felipe de Toro
desde la moncloa Illa y Fernando Simón, ayer en rueda de prensa. Foto: Efe

A partir del domingo 21 de junio se podrá circular con libertad por toda España al decaer el estado de alarma, independientemente de que para entonces pueda haber zonas concretas que no hayan culminado todas las fases de la desescalada.

Así lo aclaró ayer en rueda de prensa el ministro de Sanidad, Salvador Illa, para explicar los cambios de fase que entrarán en vigor este próximo lunes, cuando tan sólo Galicia abandonará el estado de alarma y entrará en la nueva normalidad.

El resto de España estará en fase 3, con la única excepción de la Comunidad de Madrid, las provincias castellanoleonesas de Salamanca, Ávila, Segovia y Soria, Barcelona y su área metropolitana y parte de Lleida. Estas áreas, que permanecen en fase 2, pueden saltar directamente a la nueva normalidad el día 21 sin pasar siquiera por la fase 3 porque el Gobierno considera que la situación epidemiológica así lo permite, explicó Illa.

El ministro, acompañado del doctor Fernando Simón, indicó que sin el instrumento del estado de alarma no es posible restringir de manera general un derecho fundamental como es la libertad de circulación. Preguntado si a medio o largo plazo, pensando en un eventual rebrote de la epidemia en otoño, el Gobierno dispondrá de una alternativa para confinar a la población o limitar sus movimientos en caso de que sea necesario, puso en valor que el estado de alarma es un “instrumento constitucional” que se demostró que “ha funcionado muy bien”.

“Si hay que volverlo a usar, ojalá no sea así, se usará, pero es el instrumento que hoy en día nos permite controlar la movilidad”, aseveró el titular de Sanidad, que no participó en la reunión que una delegación del Ejecutivo mantuvo ayer con Ciudadanos precisamente para estudiar eventuales reformas que permitan hacer frente a rebrotes sin recurrir al estado de alarma.

Sin el estado de alarma, queda en manos de las comunidades la decisión sobre confinamientos puntuales como el decidido en febrero por el Ejecutivo autonómico de Canarias sobre los clientes de un hotel en Tenerife o el cierre de Igualada en Cataluña. Eso sí, estas decisiones requieren el aval de un juez.

Pero estos confinamientos que permite la ley han de ser “muy quirúrgicos”, es decir, se pueden hacer “sobre unidades familiares o sociales concretas”, pero no permiten una “limitación generalizada de la movilidad de los españoles”, desarrolló.

Como en comparecencias anteriores, Illa se refirió a la “responsabilidad individual” como la “clave” de la nueva normalidad, por lo que llamamó a la población para que no le “pierda el respeto al virus”, que sigue presente.

Así, instó a respetar la distancia interpersonal de 1,5 metros como mínimo y el uso de mascarilla cuando no sea posible mantener esta separación, lavado frecuente de manos y extremar la higiene en espacios públicos y privados. Sólo con que todo el mundo haga esto, hay “mucho ganado”, incidió.

Mostró asimismo la disposición de su departamento a mantener una interlocución periódica con las CCAA y a ejercer una labor de coordinación y colaboración con ellas, pero quiso dejar claro que a partir del 21 de junio España recupera la normalidad también en lo que se refiere al marco competencial.