Apoyos para los retornados gallegos

La COVID-19 se convirtió en una pandemia global y sus consecuencias sociales y económicas redundan en el agravamiento de muchas situaciones personales que, en algunos casos, pueden llevar al límite de la exclusión social a familias gallegas de retornados afincados ya en Galicia. La Xunta no se olvida de ellos, en especial de los más vulnerables en estas circunstancias de pandemia que, además de amenazar la salud, también conllevan estrechez económica. Son momentos de dificultad en los que las ayudas de la Administración se articulan como fundamentales para reforzar ese asentamiento en la comunidad.

En esa línea de actuación, la Secretaría Xeral de Emigración mantiene abierta una asignación presupuestaria de ayudas para los gallegos ya retornados que dispone para este ejercicio de un crédito de 2,2 millones de euros, cuya finalidad es ayudar a hacer frente a los gastos extraordinarios que ocasiona ese regreso a Galicia y de las dificultades que supone en la actual crisis por la pandemia.

En el presente año, como novedad, según explicaron desde Emigración, de los 2,2 millones presupuestados, como mínimo, medio millón se destinarán directamente a atender situaciones de emergencia derivadas de la alarma sanitaria que provocó el coronavirus.

DOS LÍNEAS DE APOYO. De este modo, las ayudas cuentan con dos líneas de actuación de emergencia, una destinada a hacer frente a los gastos extraordinarios de la unidad familiar derivados del retorno, y una segunda, de ese medio millón de euros, como poco, cuya finalidad pasa por apoyar a las familias con dificultades de inserción sociolaboral en el contexto desatado por la actual crisis pandémica en la comunidad.

Esta última línea fue aprobada el pasado 25 de febrero en la sesión del Consello de la Xunta, en la que se especifican las bases de la misma para las familias gallegas retornados del exterior en situaciones de emergencia social urgente, especialmente derivadas por la COVID-19.

BENEFICIARIOS Y PLAZO. Los beneficiarios de estas ayudas serán personas que, residiendo fuera de España con nacionalidad española, se establezcan en la comunidad autónoma gallega, tanto los nacidos en la propia comunidad autónoma como sus cónyuges o descendientes.

A mayores deben contar también con empadronamiento en Galicia y haber residido legalmente en el extranjero un mínimo de tres años inmediatamente anteriores a la fecha de su retorno.

En el caso de la primera línea de ayuda, la fecha del retorno debe estar fijada en el 1 de enero de 2019, mientras que para la segunda, las ayudas podrán ser solicitadas por quien retormara a partir de del primero de enero de 2018.

Las cuantías máximas del primer caso son de hasta 6.000 euros y en el segundo de hasta 3.000 euros, todo dependiendo del número de personas que conformen la unidad familiar. Es preciso tener en cuenta que esas dos vías de ayuda son incompatibles.

El plazo de presentación de solicitudes fijado por Emigración estará abierto hasta el próximo 30 de septiembre inclusive del presente año.

EMPRENDEDORES. Por otra parte, dentro de las medidas de apoyo de la Secretaria Xeral de Emigración, según el balance del pasado año, se destinaron un total de 600.000 euros para incentivar a cerca de un centenar de gallegos retornados que pusieron en marcha una pequeña empresa a través de la línea de ayudas al autoempleo para retornados emprendedores.

De las 122 solicitudes habidas, que obligaron a aumentar el crédito previsto en esta partida de 400.000 a 600.000 euros, se dio respuesta a los planes de 94 emprendedores retornados que completaron la tramitación de las solicitudes.

Por países de procedencia, la mayor parte de las peticiones (65%) fueron del continente americano, mientras que un 29% lo hicieron de Europa, en tanto que el resto procedió de países como China o Nueva Zelanda. Los países con gallegos retornados que presentaron más solicitudes para autoempleo fueron Venezuela, con 33 demandantes; México, 13; Reino Unido, 14 y Suiza, con 8 solicitantes.

PREFERENCIAS. A la hora de elegir lugar para establecerse y montar esas pequeñas empresas con el apoyo de la Xunta, los gallegos retornados se han decantado en su mayoría por las provincias de A Coruña y Pontevedra. En primer caso fueron 42 los que optaron por alguna de las localidades de esta demarcación y en el segundo ascendieron a 35.

Menos tirón tuvieron las de Ourense y Lugo. En estas dos provincias, las más rurales de la comunidad, fueron 11 los retornados que optaron por la tierras ourensanas y solo 6 por el caso de las lucenses.

Esta medida de apoyo tiene como fin último colaborar con los gallegos del exterior que regresan a la comunidad para poner en marcha un negocio propio, dándoles una ayuda económica de cuantía fija que asciende a 5.000 euros para cada persona emprendedora que vuelve.

Esa cantidad puede aumentar en mil euros en caso de las mujeres y otros dos mil más para el caso de los que opten por instalar el negocio proyectado en un concello rural. El objetivo de esta última es incentivar la fijación de población.