Galicia anota otro día positivo sin saber si abrirá en Semana Santa

Ante la gran mejora epidemiológica que se está abriendo paso en Galicia, como consecuencia de las medidas restrictivas que comenzaron a rebajarse el pasado viernes, el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, demandó ayer “prudencia” para que la desescalada progresiva siga por buen rumbo. Bajo esta tónica, apuntó que aún es “pronto” para saber si la comunidad abrirá sus puertas en Semana Santa, evidenciando que no prevén ampliar el toque de queda y justificando que el cierre de las áreas de A Coruña y Pontevedra se debe a su alto número de críticos.

“Temos que ir cambiando a mentalidade, non somos os mesmos que hai un ano, son moitas as pérdidas e moito sufrimento”, afirmó el titular de Sanidade, quien durante la pasada jornada informó sobre los niveles en los que permanecerán los municipios gallegos hasta este viernes, cuando el comité clínico se reunirá nuevamente para analizarlos.

En este sentido, tal como explicó, teniendo en mente los antecedentes de la anterior apertura, “aínda que o tempo pasa fainos ser moi prudentes e traballar nesa desescalada progresiva”. Por ello, aún manteniendo buenos datos, la ocupación en uci está todavía en los niveles deseados, fundamentalmente en los distritos sanitarios de A Coruña y Pontevedra, que continuarán cerrados con todos sus concellos en nivel alto (2) hasta el próximo lunes, mientras que Ferrol pasa al medio (3), recuperando la movilidad interterritorial y el 30 % de su interior hostelero.

De igual forma, según confirmó el conselleiro, las localidades de Pazos de Borbén Cariño, Guitiriz, Lourenzá, Pobra de Brollón, Tordoia, Mondariz, Porto do Son, Mos e Boborás, quedarán en nivel alto. Así pues, los otros ayuntamientos estarán en el medio (el más bajo), excepto Soutomaior (el único en nivel máximo por su incidencia acumulada).

El comité tomó estas decisiones, indicó Comesaña, tras examinar distintos valores, entre los que se encuentra precisamente la IA, estableciendo como indicador “máis anticipativo” la de siete días. Con ello, las autoridades buscan actuar antes de que los municipios afronten una situación preocupante, impidiendo el avance del coronavirus.

APERTURA VACACIONAL. En relación a Semana Santa, el titular de Sanidade reconoció que todavía es “pronto” para conocer las medidas que el comité clínico adoptará, pues prácticamente queda un mes por delante y anunciar cualquier restricción ahora sería “comprometido”.

Con estas declaraciones, queda en el aire si próximamente se abrirá el paso a los viajeros de otras comunidades autónomas, aunque el conselleiro hizo entender que todo dependerá de cómo evolucione la incidencia del COVID-19 en Galicia.

Esta prudencia, que trasladó ayer al Consejo Interterritorial de Salud, también la aplicó a la hipotética ampliación del toque de queda (actualmente a las 22.00 horas). “Agora estamos nunha fase anterior”, apuntó.

Igualmente, apeló a esta sensatez para disfrutar del buen clima, las terrazas y el alivio que permiten en este nuevo panorama las limitaciones, achacando al “ansia” los comportamientos preocupantes acontecidos en la hostelería este fin de semana.

SIGUEN LLEGANDO BUENOS DATOS. Galicia apuntó ayer otro buen día epidemiológico al bajar hasta los 4.686 activos tras registrar 267 casos menos en las últimas horas. Para volver a niveles menores, habría que retroceder casi cinco meses (en medio de la segunda ola) cuando la comunidad contabilizó 4.680 infectados por coronavirus, exactamente el 16 de octubre de 2020.

En esta línea, los contagios ascendieron únicamente en Ourense, Verín y O Barco de Valdeorras, posicionándose con 284 (+4). En cuanto al resto de áreas sanitarias, el mayor descenso sucedió en Vigo, que rompió la barrera de los 800 positivos, apuntando 771 afectados (-71).

Asimismo, se produjeron bajadas en los distritos de A Coruña-Cee, que tiene 1.543 casos activios (-69), acumulando la mayoría (32,97%); Pontevedra y O Salnés, donde hay 683 contagiados (-39); Santiago de Compostela y Barbanza con 519 (-35); Lugo, Monforte y A Mariña, con 427 (-29); y Ferrol con 459 (-28).

Por suerte, este no es el único dato optimista que arroja la pasada jornada, pues Sanidade también comunicó un pequeño descenso de los pacientes COVID en la autonomía, que deja las plantas convencionales con 375 enfermos (-8) y las uci con 97 críticos (-8), rebajándose la ocupación un 2,09% y 7,62% respectivamente.

Por otro lado, el dato más negativo que deja la transmisión viral se lo llevan los 173 nuevos infectados que se registraron en las últimas horas (56 más que la jornada previa), siendo el 90,17% de ellos (156) detectados mediante pruebas PCR (frente a los 70 descubiertos mediante este sistema diagnóstico el martes).

De este modo, los contagiados por COVID en Galicia suben a las 112.911 personas, mientras que la cantidad de estos tests, efectuados hasta la fecha, queda en 1.684.590 PCR (8.531 más que el día precedente). Además, la tasa de positividad continúa por debajo del 2% desde que comenzó la semana (exactamente en el 1,9% según la última actualización), manteniéndose alejada del 5% que estipula la Organización Mundial de la Salud (OMS) como límite para afirmar que la pandemia está controlada.

En cuanto al número de curados, el Sergas informó ayer de otros 436 habitantes recuperados, dejando el total en 105.988 pacientes que superaron el virus, es decir, el 93,86% de la cuantía global de afectados: sin lugar a dudas, la mejor cifra.

Además, Sanidade comunicó tres nuevos fallecidos por COVID-19 durante la pasada noche: tres hombres de 79, 80 y 91 años. Todos ellos tenían patologías previas. Así pues, la cifra total sube a las 2.259 muertes.

De ellas, sólo ocho (0,35%) se produjeron entre el 1 y 3 de marzo, un 912,5% menos que los primeros tres días de febrero, entre los cuales se notificaron 81 defunciones (que representan el 3,59% del cómputo).