Los rebrotes en Galicia no preocupan en el Ministerio de Sanidad
Los rebrotes de coronavirus continúan expandiéndose por España, evidenciando que está cada vez más próxima la temida segunda ola. Y es que el virus “sigue ahí y puede volver a golpearnos”, tal y como advirtió el ministro de Sanidad, Salvador Illa.
En Galicia, ayer se confirmaba la noticia de nuevos casos positivos de covid-19 en A Mariña lucense, elevando la cifra total de contagios a 11, ocho de ellos en una misma familia. Uno los tres últimos que daban positivo, un vecino de Burela de 71 años, tuvo que ser hospitalizado por precaución en el Hospital da Costa. Estos se suman al brote activo de O Barbanza, con 9 positivos en Ribeira y A Pobra en aislamiento domiciliario, habiendo sido ya investigadas un centenar de personas.
El gerente del área sanitaria de Lugo, Ramón Ares, precisó que, “a partir del primer caso detectado”, se empezó a hacer “un estudio de contactos” y hay 7 personas más afectadas, lo que hace un “total de 8 en la misma familia”.
El contagio se habría producido en una reunión familiar el pasado 13 de junio y de los 8 infectados del núcleo familiar solo dos “presentan sintomatología leve” y todos están “haciendo aislamiento domiciliario”, según afirmó el gerente del área lucense. Ahora continúa el estudio de contactos para detectar más positivos y hay 24 personas que ya dieron negativo.
Los dos brotes en nuestra comunidad no se consideran “de riesgo”, según reconocía ayer mismo Fernando Simón en rueda de prensa.
NORTE DE ESPAÑA. El norte peninsular es la extensión más afectada por los rebrotes. El gobierno de Aragón estuvo “a la altura de las circunstancias”, sabiendo “detectar y calibrar el problema” en las comarcas colindantes con Lérida afectadas por el covid-19 y va a seguir actuando “con contundencia”, subrayó el presidente aragonés, Javier Lambán. Así, su consejera de Sanidad, Sira Repollés, dió por “controlada” la situación en las comarcas de La Litera, Bajo Cinca y Cinca Medio (Huesca) y en la zaragozana de Bajo Aragón-Caspe, en las que se decidió aplicar las reglas de la fase 2 de la desescalada tras un brote originado en el pequeño municipio oscense de Zaidín, ligado a trabajadores inmigrantes de empresas hortifrutícolas.
Por su parte, el departamento de Salud catalán informó del aislamiento de 42 personas en el Hotel Rambla de Lleida, la mayoría de ellos temporeros, con siete positivos; y de 24 contagios también entre temporeros en la granja escuela La Manreana de Juneda, 2 de ellos confinados en un albergue.
En lo que respecta a los casos detectados en el País Vasco, están controlados los brotes que aparecieron en los hospitales de Txagorritxu (Vitoria) y Basurto (Bilbao).
CENTRO PENINSULAR. Mientras, el gobierno de Castilla y León da por controlado el brote detectado en el Hospital Río Hortega, aunque siguen goteando los positivos. Por otro lado, en Extremadura, la alcaldesa de Navalmoral de la Mata (Cáceres), Raquel Medina, llamó también a la tranquilidad a la población ante los 16 casos positivos de covid-19 detectados, en un “agrupamiento de convivientes”, todos con síntomas leves.
También 3 positivos en una misma familia hicieron activar las alarmas en el departamento de Salud Pública valenciano, que tras ampliar el proceso de detección al entorno laboral de los contagios en una industria cárnica de Rafelbunyol (Valencia), terminó constatándose la infección de otros cuatro, ascendiendo así hasta los siete.
EXTREMO SUR. Las autoridades sanitarias andaluzas se muestran tranquilas ante los tres focos localizados en los últimos días en Granada, Algeciras (Cádiz) y Málaga, con cerca de 100 personas puestas en cuarentena.
“Se localizó de manera rápida a las personas que tenían el virus, se hizo PCR a todos y, por tanto, se detectó quién dió positivo y quién no”, explicó su presidente. El último foco localizado en la comunidad fue el de Málaga, en el Centro de Acogida, Emergencia y Derivación de Cruz Roja.