Montero fija en los grupos más vulnerables los beneficiarios de las primeras dosis de vacunas

El Gobierno central y las comunidades autónomas abordan hoy los protocolos
Elena Piñón
La ministra portavoz, María Jesús Montero, ayer durante la rueda de prensa. Foto: Efe

La portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, aseguró ayer que las primeras dosis de la vacuna contra la covid-19, que previsiblemente llegarán a España en diciembre, se darán a los colectivos más vulnerables y a los profesionales sanitarios.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Montero recordó que España va a disponer, como así lo anunció el lunes el ministro de Sanidad, Salvador Illa, de tres millones de dosis de la vacuna, siempre y cuando ésta tenga las “debidas garantías”.

“Si todo va según lo previsto se empezará a suministrar en diciembre a los colectivos prioritarios, personas que sean especialmente frágiles en términos sanitarios o personas que por su exposición requieran también ser vacunadas como, por ejemplo, el colectivo sanitario”, apostilló.

Precisamente hoy se va a reunir el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, presidido por el ministro de Sanidad y en el que están representadas todas las comunidades autónomas, para definir los protocolos de vacunación de las personas, las prioridades del grupo de riesgo y tener preparado “todo el dispositivo” necesarios para que en el momento en el que la vacuna esté disponible se puedan empezar a aplicar las primeras dosis.

rusia y China Mientras, el Ministerio de Salud de Rusia puso en circulación el primer lote de la vacuna contra la covid-19 desarrollada en el país, bautizada como Sputnik V, después de haber completado las pruebas de calidad requeridas.

“El primer lote de la vacuna Sputnik V pasó las pruebas de calidad necesarias de los laboratorios del Servicio Federal de Vigilancia en el Sector de Salud y fue lanzado a la circulación pública”, señaló el Ministerio de Salud ruso en un comunicado, recogido por la agencia Sputnik.

El lunes, el ministro de Sanidad ruso, Mijail Murashko, anunció que la vacuna rusa contra el coronavirus comenzará a ser administrada esta semana a los primeros voluntarios en el marco de la tercera fase de ensayos clínicos tras su registro.

La Oficina Nacional de Protección al Consumidor de Rusia informó de que las pruebas clínicas de la vacuna rusa que realiza el centro de virología y biotecnologías Vector se completarán el 30 de septiembre.

De otro lado, China empleó ya al menos dos vacunas experimentales contra la covid-19 en “cientos de miles de chinos” que ni han contraído el virus ni han presentado efectos secundarios adversos, afirmó un directivo de una compañía biotecnológica citado ayer por la prensa local.

“Se ha vacunado a cientos de miles (de personas) y ninguno mostró ningún efecto adverso evidente ni se ha contagiado”, aseguró el secretario de la Comisión para la Inspección de la Disciplina (nombre que en China reciben los órganos anticorrupción del Partido Comunista- del Grupo Nacional de Biotecnología de China), Zhou Song, en una entrevista con la emisora oficial Radio Nacional.

Esta compañía estatal, explicó el diario hongkonés South China Morning Post, es la desarrolladora de dos vacunas de las cuatro chinas que actualmente están pasando por la fase tres de pruebas clínicas, a las que se suman otras cuatro de otros países.

Zhou dijo que es probable que las dos candidatas a vacuna que desarrolla CNBG (filial de Sinopharm) ofrezcan una inmunidad de tres años.

“Ahora mismo, basándonos en los resultados de los experimentos en animales, de las investigaciones por fases y en vacunas que utilizan tecnología similar, no hay dudas de que la inmunidad puede durar entre uno y tres años”, prometió.

Esto, según Zhou, haría innecesario organizar campañas anuales de vacunación contra el coronavirus similares a las de la gripe, ya que el virus no está mutando tanto como para que la vacuna basada en el virus inactivado de CNBG tuviera problemas para enfrentarse a él.

Según explicó el directivo, sus vacunas están siendo las más empleadas en un programa autorizado por Pekín a finales de julio para permitir el uso de vacunas todavía no aprobadas por los reguladores en grupos de alto riesgo, como trabajadores sanitarios, diplomáticos o empleados que desarrollen su labor en el extranjero.

Además, CNBG firmó recientemente un acuerdo con la tecnológica Huawei para ofrecer vacunas y otros tratamientos a sus empleados, aunque no sería la primera compañía en hacerlo: según el diario digital Caixin, una compañía estatal cuya identidad no ha trascendido ya habría ofrecido una vacuna a sus trabajadores desde el mes de junio y cientos de ellos habrían aceptado ponérsela.

Según Zhou, el grupo de “cientos de miles” incluye a “decenas de miles” de personas que trabajan en el extranjero y entre las que tampoco se habría detectado ningún contagio, algo que, en su opinión, demostraría la efectividad de la vacuna.

Actualmente, las vacunas de CNBG están llevando a cabo pruebas de fase tres en diversos países como Argentina, Perú, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Marruecos o Jordania. Y la compañía está construyendo dos centros, en Pekín y en Wuhan que permitirán ampliar la capacidad de producción anual de la vacuna de 220 millones de dosis a entre 800 y 1.000 millones de dosis.