Ourense sigue sumando contagios y se acerca a la línea roja del cierre

A pesar de las estrictas medidas impuestas, la Cidade das Burgas ya concentra 475 casos // Con más de un millar, supera a la de A Coruña como el área sanitaria con más afectados por el coronavirus
María Martínez

Las duras condiciones impuestas en la ciudad de Ourense, sobre todo, la decisión de prohibir las reuniones de personas no convivientes, parece que no logra quebrar la preocupante situación de avance imparable del covid-19 que obligó a la Consellería de Sanidade, siguiendo las recomendaciones del comité científico que le asesora en la lucha contra la pandemia, a reclamar una mayor implicación ciudadana con el fin de reducir los contagios. La capital de As Burgas se acerca peligrosamente a esa línea roja, más de 500 casos por cada cien mil habitantes, que obligaría a incrementar las restricciones, siguiendo los criterios que aplica la Xunta, mucho más duros que los que fijó la pasada semana el Ministerio de Sanidad con la mirada puesta en Madrid.

El municipio de Ourense –que cuenta con 105.233 habitantes según los datos publicados por la Fegamp– concentra 475 casos de covid-19 de los 1.037 contabilizados este lunes en el área sanitaria ourensana, según las cifras actualizadas por la Consellería de Sanidade. Según concretaron fuentes sanitarias, en esta área se detectaron 117 casos nuevos y, según la actualización de ayer lunes, suma 91 casos activos más y registró otras 24 altas.

Los 1.037 casos activos que registraba el área sanitaria de Ourense a fecha de este lunes la sitúan a la cabeza de las siete gallegas con la mayor cifra, y supera el millar de afectados; seguida de A Coruña, con 820; Pontevedra, con 685; Santiago, 528; Lugo, 495; Vigo, 419; y Ferrol, 117.

En total, concentra 73 pacientes ingresados, de ellos siete en uci, y 964 en seguimiento domiciliario, lo que implica 90 más, según puntualizaron los responsables del área sanitaria, que resaltan que si bien cuenta con dos personas más hospitalizadas los casos en unidad de críticos bajaron en uno.

Las restricciones se fijaron, según el comité de expertos, tras constatar que “el aumento de la tasa es especialmente destacable en el ayuntamiento de Ourense (casos por 100.000 habitantes a 7 días), ya que los casos diarios siguen apareciendo de manera continua, hecho que no acontece en otros ayuntamientos del área”. También reseñaba que “esta tasa de incidente a 7 días triplica la tasa del conjunto de Galicia calculada para estos mismos siete días”. “Además”, añaden, “el ayuntamiento de Ourense sigue en constante aumento y de la investigación epidemiológica se deduce que se debe especialmente a las reuniones familiares de personas que no conviven de manera habitual y con extensión a las amistades. Los brotes familiares también provocan la aparición de casos en los colegios”.

Al fallecimiento en la tarde del domingo de las dos mujeres de 96 y 90 años edad que permanecían ingresadas CHUO, procedentes de la residencia de mayores Las Salinas, hay que añadir otras tres de ayer. Otra mujer de 97 del mismo centro y dos varones, de 84 y 88, en los hospitales de O Barco y Verín.

INCUMPLIMIENTOS. En relación al ayuntamiento de Ourense, la Policía Autonómica tramitó desde la entrada en vigor en la medianoche del pasado viernes al sábado de la orden de la orden de la Consellería de Sanidade de medidas restrictivas por la covid-19 un total de 73 inspecciones y 15 denuncias en este municipio. Las inspecciones se centraron en el control de fumadores en la calle y en terrazas, aglomeraciones, fiestas privadas, el uso de mascarilla y el incumplimiento de la distancia de seguridad, aforos, horario de cierre y las medidas sanitarias en terrazas, espectáculos públicos y en los establecimientos abiertos al público.

La Xunta incide en que este operativo se enmarca en la colaboración entre las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, cada una dentro de sus competencias. Estas actuaciones se llevan a cabo después de que el pasado viernes el subcomité clínico decidiese la prohibición de reuniones de personas no convivientes en el ayuntamiento de Ourense y en el barrio de O Couto mantenga las restricciones de consumir en el interior de bares y cafeterías.

CRITICAS SINDICALES. Por su parte, la CIGlamentó que “la ciudadanía asiste con estupor a una serie de medidas relacionadas con la contención del coronavirus, que nadie entiende, porque nadie las explica”. “Prohíben las reuniones de personas que no convivan en el mismo domicilio, mientras las empresas que no están en ERTE trabajan con absoluta normalidad, las aulas están llenas de niños, el transporte público funciona con el mismo número de unidades que antes de la pandemia...”, esgrime el sindicato.

“Y el martes prometen tomar nuevas medidas”, señala la CIG, que subraya que “no es nada fácil entender como dos compañeros de trabajo pueden estar en la misma línea de producción ocho horas continuadas, y en la hora del bocadillo tengan que comerlo por separado”. Tras recordar esta central que fue la “primera” en “reivindicar el parón total de las actividades no estrictamente esenciales”, lamentó que se adoptan “medidas que más bien parecen ocurrencias, que crean confusión y caos”.