Abandono total del estanque y de las áreas deportivas

Desperdicios y lodo cubren una de las joyas del complejo // Jugar al fútbol es una tarea casi imposible por el mal estado de la instalación
Campus Vida
ECG Redacción
gRADAS, lugar habitual de reunión de la juventud compostelana. Foto: A. Hernández

Más allá de las facultades, las aceras o las conexiones por carretera entre las distintas facultades, hay algunos lugares concretos que necesitan una actuación completa. Y que tampoco la han recibido. Un breve recorrido por el Campus Vida, más allá de las aceras o los baches, permite ver que hay puntos completamente descuidados.

Tras la pandemia, con la mayor parte de actividades cotidianas permitidas siempre que se tomen las medidas de seguridad, y con el Campus vacío hasta que empiece el curso, las únicas obras que se pueden ver están delante de la Facultad de Psicología. “Estamos trabajando en las puertas giratorias de acceso al edificio, no sabemos nada de otras obras”, cuenta uno de los operarios. Entre ese punto final del Campus, y la Alameda compostelana, están las zonas a las que más uso dan los estudiantes universitarios después de sus respectivos centros. Algunas de las ubicaciones para hacer ejercicio se han echado a perder, como las pistas de fútbol que no forman parte de las instalaciones de la USC, en las que ni la portería ni el pavimento permiten que la pelota ruede con seguridad. Lo mismo ocurre con alguna de las pistas de tenis cercanas. El arreglo de esas zonas, en principio, no se cita textualmente en el proyecto de humanización. De hecho, las porterías tienen cintas de plástico rojas y blancas que indican que no se pueden utilizar por seguridad.

Otro punto que viene a la cabeza, especialmente ahora que llegan las fiestas del Apóstol, son las gradas de piedra que rodean a uno de los campos de fútbol. ‘Gradas’, así, sin artículo, como las denomina cualquier joven compostelano, es uno de los puntos de encuentro del ‘botellón’ de la ciudad. Más allá de esa práctica nocturna, este lugar típico de reuniones de amigos, y útil para los que iban a jugar un partido de fútbol improvisado, está plagado de maleza.

Si nos situamos en la zona principal del Campus, en la explanada que conecta el mirador de la Alameda y el Colegio Mayor Fonseca con la plaza de Rodríguez Cadarso, está uno de los que en principio debería ser uno de los mayores atractivos del Campus Vida: el estanque. Sin embargo, vida hay poca. El agua está completamente cubierta de los restos de los árboles y la hierba, y la suciedad y algún vertido también hacen acto de presencia. “Es lamentable. Hubo una época el año pasado en la que incluso había algunas ranas, peces de colores... estaba algo mejor”, cuenta una madre que pretendía enseñarle todo eso a su hija. “No sé si esto supone mucho coste para mantenerlo saneado, no creo que mucho. De todas formas, nunca estuvo limpio de todo, pero ahora está peor. Yo entiendo que haya botellas, porque con la gente no puedes hacer nada, pero es que el abandono es total, va más allá de la basura que tire la gente. Esto da pena”, añade desde una de las esquinas del estanque.

El alcalde decía, cuando se aprobó la ‘humanización’ que esta es una “apuesta estratégica de futuro” y “parte esencial de la historia y conformación de Santiago”. Lo cierto es que si hay dos aspectos que caracterizan a Santiago esos son la Universidad y el Camino. De momento, el pulmón estudiantil sigue falto de aire.