Adjudicados los fuegos del día 24, que saldrán al mismo tiempo desde ocho lugares diferentes

Se invertirán 106.601 euros // La reparación de las cubiertas de Raxoi cuesta 700.000
El Correo Gallego

Santiago. Tal y como estaba previsto, la Pirotecnia Zaragozana será la encargada de lanzar los fuegos del Apóstol en la nueva modalidad que obliga la crisis. Si la necesaria protección del patrimonio monumental ya habían impuesto la salida del espectáculo de la plaza do Obradoiro, la pandemia también desaconsejaba que se formaran aglomeraciones.

De esta forma, el Ayuntamiento optó por una fórmula que permitiera que el mayor número de compostelanos pudieran disfrutar del espectáculo, que no es otra que repartir los puntos de lanzamiento y que todos se hagan al mismo tiempo.

Según la propuesta presentada por la adjudicataria, estos fuegos tendrán lugar a las once y media de la noche del día 24, y en ocho localizaciones distintas repartidas por el casco urbano, desde la Alameda y Fontiñas, a Pontepedriña, Amio, el Gaiás, o el entorno del Pedroso, cubriendo así toda la ciudad en un amplio arco. Todos tendrán las mismas características, y la misma duración; un mínimo de veinte minutos.

Además de mantener el debido distanciamiento social, el objetivo del Ayuntamiento era también conseguir que la animación se extienda por toda Compostela, y contribuir a dinamizar la economía local, tan afectada por la caída drástica del turismo. De hecho la idea de este reparto de lugares ya la habían avanzado las asociaciones de hostelería.

Por estas mismas razones, también se había renunciado a celebrar el tradicional espectáculo de luz y sonido que precede a los fuegos y tiene lugar en la plaza del Obradoiro. Con las actuales medidas de seguridad, el aforo de este espacio tendría que quedar limitado a apenas seiscientas personas, lo que el gobierno local considera que no justificaría los más de ciento treinta mil euros que cuesta, y que resulta más útil destinar este dinero a medidas para combatir la crisis.

El alcalde también se refirió ayer a la decisión de no volver a celebrar este espectáculo en el Obradoiro, después de que hace años se trasladara de las cubiertas de la Catedral, por las obras de restauración, a las del pazo de Raxoi, donde habían provocado numerosos destrozos.

De hecho, señaló, se ha puesto en marcha un programa para la rehabilitación de estas cubiertas, en las que será necesaria una inversión de 700.000 euros, para arreglar tanto las tejas como el armazón de madera que las sostiene. Además del daño patrimonial, Sánchez Bugallo destacó también el elevado riesgo de incendio.

Con todo, los cambios no han estado exentos de polémica, desde el momento en el que al concurso solo se presentaron dos empresas, la que resultó ganadora y otra del Bierzo, y ninguna de las afincadas en Galicia, lo que llevó a la oposición a reclamar los pliegos del concurso para descubrir las razones de esta ausencia. ecg