Arranca el IX Congreso de Acogida Cristiana con la Ruta como eje central

Monseñor Julián Barrio destacó en la inauguración que el Camino acoge a todo el mundo, porque no tiene “numerus clausus” // El programa es muy variado
Carla Noya
Foto de familia de todos los participantes en la jornada inaugural del IX Congreso de Acogida Cristina, que arrancó ayer en Compostela, con el arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio en el centro de la imagen. Foto: Catedral de Santiago

El arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio, inauguró ayer el IX Congreso de Acogida Cristiana en el Camino. En un acto que se desarrolló en la cripta de la Catedral, el arzobispo indicó que “seguimos avanzando en la celebración del Año Santo Compostelano. En medio de las lógicas precauciones con motivo de la pandemia son muchas las personas que mantienen la esperanza de peregrinar a la tumba del Apóstol Santiago”.

Monseñor Barrio estuvo acompañado en este acto por el delegado de Peregrinaciones, Segundo Pérez López; la directora de Turismo de Galicia, Nava Castro Domínguez; y por el alcalde de Santiago, Xosé A. Sánchez Bugallo.

La conferencia de apertura de este encuentro se titulaba La esperanza de peregrinar a Santiago y en ella el arzobispo hizo hincapié en que la Ruta Jacobea está abierta a todo el mundo. “El Camino de Santiago acoge a todos los que presienten la voz de Dios, aunque muchas veces no sean conscientes de ello. Este Camino de conversión, ofrecido a todo el que desee acoger la experiencia, no exige una previa selección de candidatos, ni tiene tampoco numerus clausus”, señaló.

En el IX Congreso de Acogida Cristiana en el Camino participarán hasta el sábado distintas personalidades que se centrarán en el eslogan Año Santo Compostelano, renacer a la esperanza. Este fue el hilo conductor de la conferencia inaugural que pronunció el arzobispo, quien en numerosas ocasiones ha invitado a recuperar el pulso del Año Jubilar. “Desde Santiago”, dijo monseñor Barrio, “lugar del sepulcro del Apóstol, acogemos la llamada a no resignarnos a contemplar de brazos cruzados cómo la Iglesia se va convirtiendo en una especie de cristianismo de museo. Este Año Santo es una oportunidad de gracia del Señor”, dijo.

El arzobispo señaló además que hay que animar a los peregrinos a descubrir la dimensión esencial del Camino: “Hay que ser capaces de escarbar entre la hojarasca de eslóganes, podcast y reclamos, para dar con la verdadera felicidad y con el sentido que le quieren dar a sus vidas”, apuntó.

En la primera sesión de trabajo se habló sobre La acogida cristiana en una ciudad y en una pequeña localidad, a cargo de Andrés Sánchez, del Albergue Cofradía del Santo (Santo Domingo de la Calzada), y de Bernart Baltza, promotor del Albergue de Peregrinos Claret Enea (Bilbao). Por su parte, Adeline Rucquoi, del Centre de Recherches Historiques, habló sobre El valor de las experiencias de los peregrinos del pasado.

En un panel sobre experiencias de acogida en la Iglesia intervinieron: Manuel C. Domingo Junior SDB, confesor de la Catedral de Santiago y María de los Ángeles Santamarta, del Instituto Secular Hijas de la Natividad de María, en Arzúa.

Además hubo la proyección del documental Cárcel y Camino.

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