Asfalto en las aceras de la avenida de Lugo, una solución muy ‘parisina’

Después de las quejas de los últimos días por los acabados de los trabajos de mejora de las entradas del Camino en Conxo y Concheiros, el alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, defiende la necesidad de que se hagan algunos ajustes antes de que el Ayuntamiento reciba las obras. En el primer caso, reconoció que se habían detectado problemas de seguridad debido a algunos desniveles que era preciso mejorar, porque podrían producirse caídas, sobre todo de personas de mayor edad.

En el caso de la avenida de Lugo, donde los vecinos denunciaron el uso de asfalto como pavimento para las aceras, Bugallo afirmó ayer durante una entrevista en Onda Cero que en París “todas las aceras son de este tipo”, lo que facilita, añadió, “el arreglo de las mismas, sin necesidad, por ejemplo, de andar buscando unas baldosas iguales que las que hay que reponer”. “As beirarrúas nos campos Elíseos están así, aínda que en Santiago é a primeira vez que se fai algo parecido, se cadra fíxose algo similar nas obras da avenida de Vilagarcía”, añadió Bugallo.

En todo caso, el alcalde explicó que está en permanente contacto con la Consellería de Infraestruturas para ver si hay que hacer algún encaje en los trabajos, porque recordó que se trata de proyectos que han supuesto una fuerte inversión, de más de tres millones de euros cada uno, y no tendría mucho sentido recibir las obras para después tener que ponerse a hacer reformas en el acabado. Asimismo, considera que esperar a que estén terminadas para comprobar el resultado de las reformas acometidas.

Las nuevas aceras al estilo París, tal y como las bautizó Bugallo, son solo algunos de las características que definen el proyecto que se está llevando a cabo por parte de la Xunta en la entrada de la Ruta Xacobea en esta zona de la ciudad. La actuación estrella es la nueva plaza verde de 6.000 metros cuadrados que transformará el cruce de Os Concheiros, y permitirá compaginar el tránsito ordenado y prioritario de los peregrinos que se acercan a Santiago por el Camino Francés con un tráfico fluido y seguro para los vecinos de esa zona de la ciudad.

De esta forma, tras las obras, una “zona larga de cruce” regulada por semáforos para los peatones que permitirá que los peregrinos no tengan que zigzaguear, como hasta ahora, para proseguir su recorrido; lastras de aglomerado pulido en el pavimento para reducir la velocidad y calmar el tráfico; y un nuevo espacio arbolado en el que se instalará una iluminación nocturna a base de una tira de luminarias colgantes.

ZONA VERDE. El objetivo de esta intervención es hacer del nudo de Concheiros una zona en la que el Camino sea más identificable para el peregrino, buscando darle la continuidad que se vio truncada cuando se ejecutó la avenida de Lugo a modo de ronda urbana; “además de reforzar la seguridad y mejorar los tráficos, pensando en la calidad de vida y en el día a día de los vecinos de esta zona de la ciudad”, destacan desde la Consellería de Infraestruturas.

Con esta intención, y para dar una mayor continuidad al Camino y hacerlo más fácilmente reconocible por los peregrinos, se construirá un gran espacio “verde y más humano”, prolongando la fila de árboles de la avenida de Lugo hacia arriba, hasta el cruce de Os Concheiros. Además, se colocará iluminación específica: una tira de luminarias colgantes en la zona del nudo que servirá de guía a los caminantes en su recorrido hacia el Obradoiro.