‘Bautismo’ previsto en diciembre
Un estudiante que llegue en tren a Santiago y quiera coger un autobús a su lugar de residencia; un turista de Madrid que salga del Alvia y se marche en bus a Fisterra; o cualquier ciudadano que pierda un tren o un autobús y requiera de una solución B rápida: todo esto será posible sin grandes desplazamientos una vez finalice la construcción de la próxima estación de autobuses, la cual jubilará las instalaciones existentes en San Caetano. Pero para eso todavía faltan unos meses. La colocación de la pasarela era un paso clave, ya que dará sentido a toda la infraestructura; y ahora habrá que esperar para ver el resultado final del proyecto y ver la practicidad del nuevo modelo de transporte.
AUTOBUSES. Para que la estación sea una intermodal en la práctica, es decir, un espacio conectado entre la circulación ferroviaria y de autocares, la Consellería tiene que terminar la obra iniciada hace más de un año. Desde el área de infraestructuras de la administración autonómica, la conselleira Ethel Vázquez apuntó ayer a que todo va en plazo, previsto “para finales de este año y principios del que viene”, afirmó.
La cristalera de la nueva estación de autobuses ya se puede observar en medio de la maquinaria. Ocupará una superficie de más de 8.800 metros cuadrados, que albergarán 19 dársenas de transporte interurbano, 6 de metropolitano y 11 plazas para regulación. El presupuesto para esta instalación alcanzó los 10,4 millones de euros. Una vez se finalice la obra, tocará completar el traslado de las instalaciones situadas en San Caetano. Para ello, Xunta y la empresa gestora, Tussa, realizarán una planificación conjunta. El traslado dejará libre el edificio de San Caetano, que se va a demoler para construir un nuevo complejo de oficinas de la Xunta.
EL RESULTADO. Cuando esté finalizado todo el proyecto, pensado para el próximo Xacobeo, no solo habrá una mejor accesibilidad entre las dos estaciones, ubicadas actualmente en un extremo diferente de la ciudad, sino que unirá dos zonas separadas por las vías del tren. Así, el Ensanche, desde la rúa do Hórreo, y el barrio de Pontepedriña disfrutarán de una conexión directa. En este sentido, la pasarela formará parte del callejero de la ciudad. Será la primera calle acristalada de Compostela, y estará abierta también de noche.
CLARA CAMPOAMOR. Ningún coche circula por el vial Clara Campoamor desde mediados del pasado mes de mayo, cuando el Concello informó de su cierre hasta, como mínimo, después del verano como parte de las obras de reurbanización para mejorar la movilidad. Así, con esa remodelación, se facilitará el acceso a la nueva estación intermodal. Actualmente, aunque los trabajos han llegado a su recta final, esa calle sigue cerrada al tráfico. En los últimos meses se comunicó que la última capa de asfalto no se daría hasta que finalizase la instalación de ese último tramo de la pasarela peatonal, en el Hórreo, completado durante la pasada madrugada.
Asimismo, la Xunta ha informado de que en los próximos días comenzará la urbanización de la plaza que unirá esta infraestructura con la rúa Clara Campoamor, así como la ejecución de la parte que conecta con el Hórreo. Hace aproximadamente tres semanas, el concejal de Obras, Javier Fernández, prometió en rueda de prensa que la reapertura al tráfico de este vial se produciría este mes de septiembre. Previsiblemente, será durante los primeros días de octubre.