Cansancio vecinal por la comida tirada tras las noches de juerga

Los residentes de la Rúa Nova de Abaixo se encuentran desde hace meses con restos alimenticios en plena calle // Piden al Concello que controle a los jóvenes
Fiestas
Francisco Cernadas
¿decencia?. Tras comer los perritos calientes, dejan los sobrantes tirados, en vez de llevarlos a los contenedores. Foto: ECG

Los comportamientos incívicos de algunos encuentran un nuevo punto de conflicto en Compostela. Las noches de juerga en la capital gallega están dando mucho que hablar en los últimos meses por culpa de algunos listillos cuyo respecto hacia los demás brilla por su ausencia. Entre ese grupo se encuentran los que en la Rúa Nova de Abaixo, desde hace tiempo, deciden acabar la noche de fiesta comiendo perritos calientes o hamburguesas y tirando los restos en las acera.

Los vecinos de la zona han denunciado a EL CORREO GALLEGO el cansancio generalizado por la suciedad que encuentran siempre tras las principales jornadas festivaso culaquier día de la semana. Consideran indignante tener que encontrarse con esos desperdicios en la acera, “una auténtica asquerosidad”, más aún cuando existen contenedores, a escasos metros del lugar, en los que podrían depositar sin problema, e incluso reciclar, esos sobrantes.

En este sentido, según detallan los residentes, los jóvenes adquieren perritos calientes en un establecimiento de comida rápida situado junto a las galerías de la parte superior de la calle. En su modus operandi, los comensales salen con su producto y se dedican a comerlo a escasos metros, especialmente en las escaleras que dan acceso al soportal, mientras mantienen las últimas conversaciones con amigos y compañeros. Una vez terminan, en vez de actuar de manera cívica, deciden dejar los restos tirados allí mismo.

Esta problemática, que durante las últimas semanas había disminuido considerablemente, se asocia a las fiestas nocturnas de la ciudad, lo que queda patente en que han aumentado de nuevo estos días, tras la finalización del periodo de exámenes de la universidad y la ampliación de los horarios de las discotecas y pubs.

Por todo ello, piden al Concello que tome medidas y que los agentes policiales controlen más esta área durante la madrugada. De este modo, consideran que con la vigilancia los responsables se pensarían dos veces su manera de proceder.

Cabe citar que el local, al no disponer de terraza, no tiene responsabilidad alguna en lo que se refiere al comportamiento de los clientes una vez salen de su interior, por lo que la limpieza de esa zona corresponde al departamento municipal.

RESPETO A LOS DEMÁS. Los residentes de la Rúa Nova de Abaixo, además de solicitar la colaboración de Raxoi, recriminan a los culpables sus actitudes durante la madrugada. Así, piden a los culpables que tengan “respecto y decencia”, ya que es una “porquería” encontrarse todo eso en la acera cuando salen de sus portales para ir a trabajar, llevar a los niños al colegio o simplemente para realizar la compra.

Este último comportamiento se une a muchos otros llevados a cabo por los jóvenes, y no tan jóvenes, durante las madrugadas. Así, los ruidos a altas horas en las calles del Ensanche o el casco histórico, especialmente en zonas como la de Curros Enríquez o el Cantón de San Bieito, ya han provocado más de un altercado.

En esta línea, en la noche del miércoles al jueves la Policía Local tuvo que acudir a tres pisos donde se estaban celebrando ruidosas fiestas y se identicó a una persona por orinar en la vía pública.