Contundente STOP a Asteriscos para tirar por tierra el hospital de Galeras

El Concello compostelano aborta un derribo especulativo con el aval de Patrimonio de la Xunta, que lo declaró edificio catalogado// La USC da por cerrado el caso y reclama ante los Tribunales el pago de 300.000 € en concepto de principal e intereses de demora
Alberto Aldán
Todo indica que durante los últimos cinco años en torno al hospital de Galeras se fraguó una operación especulativa. Foto: ECG

La concellería de Urbanismo del Ayuntamiento compostelano resolvió el 28 de febrero pasado archivar el procedimiento de ruina del antiguo Hospital de Galeras, incoado a consecuencia de la solicitud expresa formulada en octubre de 2020 por la empresa Asteriscos Patrimonial S.L., cuyo socio mayoritario y administrador es el sarriano y residente en Compostela Luis Miguel Fontal.

Este empresario, también líder de Disashop, adquirió el 20 de enero de 2017 a la Universidad de Santiago, dirigida en aquel momento por el anterior equipo rectoral, el edificio mediante contrato privado de compraventa que tendría que haber sido elevado a público como fecha límite el 30 de diciembre de 2019, con la correlativa entrega de la posesión.

La USC, dirigida por el actual equipo rectoral, prorrogó la entrega y último plazo de pago del precio hasta el 30 de diciembre del pasado 2021, tras varios partidas desembolsadas por el camino. En tal fecha, y de manera sorpresiva y curiosa, Asteriscos no hizo efectiva la cantidad deudora (a pesar de que solo se trataba de aproximadamente 170.000 €, de un total de 7.195.610 €). Inmediatamente fue requerida por la USC para formalizar el acuerdo ante notario y se fijó la fecha del 20 de enero de 2022. Luis Miguel Fontal hizo caso omiso.

La reacción de la gerencia fue fulminante. En declaraciones a EL CORREO Xavier Ferreira afirmó que se actuaría...”con sentido ético e responsabilidade xurídica. A empresa cando firmou o contrato coñecía a situación do ben, pediron prórrogas, tivo facilidades, houbo lealdade con ela... imos reclamar de seguido e pola vía xudicial o que é noso”. Dicho y hecho, según pudo saber nuestro periódico. Un despacho de abogados compostelano ha presentado en el Juzgado de Primera Instancia una demanda por impago de una cifra aproximada a 300.000 euros, en concepto de 170.000 de principal, en números redondos, y el resto intereses de demora por el incumplimiento de los plazos de pago que figuran en el contrato de compraventa.

Se trata de una demanda civil que, por lo que se refiere a la USC, significa algo más: desde ahora se desentiende del futuro del Hospital, como así lo hizo saber tanto al propietario (Asteriscos) como al concello compostelano. Da por hecho que el desembolso realizado por el comprador le obliga a hacerse cargo del edificio y que las posibles responsabilidades debido a cinco años de abandono de la propiedad no le corresponden en absoluto a la parte vendedora.

Y aquí conviene recordar lo que publicó este diario a propósito de esta operación que tiene un tufillo especulativo de campeonato. Nos preguntábamos en la edición del 23 de enero, ¿Tiene sentido prorrogar indefinidamente esta anómala situación? ¿Qué tenebrosa jugada hay detrás? ¿Se quiere derribar el edificio para multiplicar el beneficio? ¿Dejan que el implacable paso del tiempo aconseje derribarlo para hacer borrón y cuenta nueva? La decisión, afortunada, de Patromonio y el acierto del ayuntamiento de Santiago ratificando que el derribo no es posible, ponen a cada cual en su sitio. Ahora tendrá que quitarse la careta el que maneja los hilos en la sombra.

Las cosas parecen estar mucho más claras. Las dos instituciones (Ayuntamiento y USC) han hecho lo que debían y ahora la pelota está en el tejado de Luis Miguel Fontal. Recordemos que en una solicitud de 2020, Asteriscos reclamaba que el concello compostelano declarase el Hospital de Galeras en estado de ruina, tanto técnica (es decir, constructiva) como económica. Sin embargo, el concello resolvió este 28 de febrero desestimar ambas solicitudes de ruina y archivar el expediente.

Precedió a esta resolución el debate en el anterior pleno municipal del 24 de febrero de una moción presentada por la portavoz municipal del BNG, Goretti Sanmartín, demandando “la adecuada conservación del edificio catalogado en el PXOM de la ciudad y que sufre un estado de grave abandono”. Esta moción fue aprobada sin votos en contra y con la abstención del Grupo Socialista. En la misma sesión la concelleira-delegada de Urbanismo, Mercedes Rosón, anunció ya que el expediente de ruina del edificio instado por Asteriscos no procedía.

El Concello requiere a la propiedad para conservar adecuadamente el edificio.

En la resolución municipal, el concello no solo ejecuta, como debe ser, el mandato de la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural, sino que requiere a la propiedad del hospital su adecuada conservación, ante la falta de diligencia demostrada hasta ahora. Cumple con el mandato de lo ordenado el 30 de noviembre de 2021 por los órganos competentes de la Xunta en materia de Patrimonio Cultural.

Además, ordena la ejecución urgente de las obras necesarias para retirar todos los elementos que presenten riesgo de caída; reparar el recubrimiento exterior de la cubierta del inmueble para evitar filtraciones de agua a su interior; cerrar todos los huecos abiertos en las fachadas para evitar la entrada de agua; consolidar los muros y tabiques de ladrillo que presenten riesgo de caída; revocar los muros de fachadas del inmueble y limpiar las especies vegetales que afectan a las fachadas exteriores del antiguo hospital.

La destinataria del requerimiento municipal, como legal propietaria, aunque podría entenderse que es la USC por el impago del último plazo (forzado con aparente mala fe por parte del comprador), es Asteriscos. Hay datos y hechos que lo avalan. Esta sociedad ejerció facultades de posesión en la contratación de las obras de limpieza y desescombro del edificio en 2019, ejecutadas y pagadas a Ferrovial, y se presentó como legal poseedora cuando requirió del concello la declaración del edificio en estado de ruina. Por ello, como opinan juristas de acreditado prestigio, habrá de cumplir solidariamente dichas obligaciones de reparación.