Destrucción del ‘skatepark’ de Conxo

Varios skaters de Santiago denuncian la lamentable situación en la que ha degenerado el skatepark de Conxo, invadido por un grupo de personas que se reúnen habitualmente allí exhibiendo un comportamiento incívico.

La problemática surge de las mencionadas personas, las cuales comenzaron a frecuentar el lugar para jugar al voleibol. A ellas se fue uniendo un grupo cada vez más numeroso de gente que ha ido degradando la zona hasta desesperar a los usuarios. “Indignados”, es como se definen varios de los denunciantes, que acompañaron su relato con una serie de fotos que muestran la realidad del parque.

En primer lugar, explican que la continua afluencia de personas ha llegado a hacer imposible patinar, apoderándose de cada vez un mayor espacio del skatepark, con niños ocupando o invadiendo los módulos destinados a esta práctica. Además de esto, su principal reproche es el hecho de que las personas que frecuentan el skatepark no se caracterizan precisamente por su civismo, sino todo lo contrario: denuncian que estos ensucian el parquesistemáticamente, dejando desde latas de cerveza hasta todo tipo de desperdicios que abandonan allí, algunos incluso sobre los propios módulos.

Además, también señalan directamente a la destrucción de módulos y mobiliario del lugar, algo que también se ha convertido en habitual y, sobretodo, en un auténtico peligro. Tal y como apuntan varios de los denunciantes, han de arriesgarse a patinar en una zona en la que corren el peligro de encontrar cualquier tipo de elemento o obstáculo en su recorrido; trozos de piedras, cemento, adoquines... En una de las imágenes aportada por el colectivo afectado, incluso se ve un montón de tablas y piezas de madera dispersas en en el medio y medio del parque.

INTENTOS DE MEDIACIÓN. Los denunciantes están hartos de una situación que empeora por momentos. Cuentan que no tienen problema alguno con compartir el espacio, pero que la propia actitud de estas personas hace imposible la convivencia. Incluso, han hablado con estas en más de una ocasión lo más diplomáticamente posible para encontrar una solución y pedirles un mínimo de respeto por las instalaciones; algo que, afirman, ha resultado en vano.

Esta situación ha llegado al punto de originar escenas completamente kafkianas. Por ejemplo, los denunciantes afirman que el pasado fin de semana se encontraron con una fiesta en toda regla en el lugar, con mesas, música, comida, bebida y decenas de personas ocupando todo el skatepark, algo que hacía literalmente imposible patinar. También afirman que, en más de una ocasión y para poder hacerlo en unas condiciones mínimas, han cogido una bolsa de basura y han limpiado personalmente los desperdicios que frecuentemente se encuentran allí. Por desgracia, esto ha derivado en que muchos, resignados, hayan tomado la determinación de abandonar el parque, afirmando que el motivo de esto ha sido, precisamente, la presencia de estas personas.

El skatepark, que nació hace casi una década como iniciativa de un grupo de jóvenes, ha recibido el visto bueno del Concello para su rehabilitación. Una que, con todo, se desconoce exactamente en qué momento sucederá.