Don Lino Arcos Salgado, una persona cordial

Firmas
José Fernández Lago

estradense de nacimiento, y comillense de estudios, pronto fue destinado a Vilagarcía de Arousa como coadjutor, lo que ahora se denomina vicario parroquial. En el Colegio León XIII, daba clase de Religión en los cursos superiores, sucediendo a don Raimundo, el anterior coadjutor de Vilagarcía. Siendo yo niño, lo he visto además en Carril, con su sotana, propinando a un balón un golpe que me dejó atónito..., y que permanece todavía hoy en mi recuerdo.

De vicario parroquial de Vilagarcía, pasó a ser sacerdote encargado de Vilanova de Arousa, mientras el párroco se encontraba como misionero en América Latina. El trabajo apostólico de don Lino fue allí tan cercano y lleno de ilusión, que se hizo querer de todos los feligreses. Organizó A Festa dos Maios y creó una tómbola parroquial, en busca de apoyos para la renovación del templo, que parece nuevo y mucho más amplio. Cierto que lo más importante ha sido su trabajo con los jóvenes y con los matrimonios, promoviendo la estrecha unión de las familias, que desembocara en una sociedad de valores, basada en el amor, por el encuentro con Jesucristo en la Eucaristía y demás sacramentos. En lo tocante al sacramento de la Penitencia, recuerdo que todos los miércoles iba a confesar a la parroquia de Carril, mientras que el entonces cura de Carril iba a Vilanova. El cometido pastoral ha sido su principal labor, con sus consecuencias de tipo social. Vilanova se identificó de tal modo con él, que deseaban continuase en la parroquia. Sin embargo, ante las voces de que volvería el que era todavía su párroco -don Ramiro-, don Lino se trasladó a la parroquia de Rubianes. También en esta se hizo querer, ofreciendo a la parroquia criterios para la convivencia en la unión y el verdadero amor.

En Vilaxoán se puede decir que formó una parroquia a su alrededor, debido a su ilusión y a su carácter conciliador. Promovió obras materiales, como la construcción del cementerio de A Pelada, o la puesta en escena de la música, que la gente de puerto de mar lleva en el corazón, y que culminaría en la coral polifónica Máximo Patiño. Allí, junto a muchas obras que promovió, mirando al bien humano cristiano de la parroquia, cumple señalar la organización de un cursillo bíblico teológico, movido por su condición de hombre de estudios, cursados estos en la Pontificia Universidad de Comillas. Precisamente tan agradecido estaba a las clases recibidas en Comillas, que acogía siempre a sus antiguos profesores, aprovechando sus visitas a nuestras rías.

Fue también arcipreste de Arousa y delegado del clero de la Diócesis. Ejerciendo este último cometido, se ha preocupado con efectividad de la organización de Cursillos y Ejercicios Espirituales, y de los Encuentros Sacerdotales, no solo de la propia Diócesis, sino en colaboración con otras, como los Encuentros de Poio, de carácter anual.

La muerte de don Lino, a pesar de haberle acontecido en una edad provecta, a los 90 años, el pasado día 13 de los corrientes, se ha dejado sentir, no solo en Vilaxoán, Vilanova, Rubiáns y otras tierras arousanas, sino también en toda la Diócesis, especialmente entre el clero. A los que le hemos querido de corazón, nos queda encomendarle al Dios misericordioso y fiel. La Obra Diocesana del Montepío del Clero, se encargará de la celebración de un novenario de misas, comenzando el día 1 de octubre, en la iglesia de San Pelayo, de Santiago, a las 19,30 horas (de lunes a viernes), siendo el sábado a las 08,00 y el domingo a las 12,00. ¡Descanse en paz!