El AVE es más rápido pero también más caro que el avión para viajar a Madrid

Noviembre trae malas noticias para los usuarios habituales de vuelos entre Santiago y Madrid. Y es que a partir de este mes, y durante todo el invierno, las frecuencias serán considerablemente reducidas, perdiéndose también enlaces tan demandados como el de primera hora de la mañana y el regreso de última hora de la tarde, siempre muy utilizados por los pasajeros de negocios, es decir, aquellas personas que necesitan ir y regresar en el mismo día a la capital de España por motivos de trabajo.

A partir de ahora no les quedará otro remedio que desplazarse a los aeropuertos de Vigo o A Coruña, lo que desde Santiago supone al menos una hora más de trayecto, o bien recurrir al tren de alta velocidad. Lo cierto es que el AVE está ganando el pulso al avión, y desde hace semanas se puede comprobar en la página de Renfe que cada vez es más complicado conseguir plazas libres en los trenes que van a Madrid, sobre todo a corto plazo.

Ello ha provocado que desde el despegue del AVE los billetes se hayan encarecido considerablemente. Un viaje de ida y vuelta en fin de semana a Madrid, o viceversa, si se compra con poca antelación, puede llegar a costar hasta doscientos euros. Pero es que entre semana tampoco es fácil encontrar billetes de ida y vuelta por menos de cien euros, aunque a veces puede haber suerte y que las combinaciones se muevan entre sesenta y ochenta.

A favor del AVE suma también su rapidez. Recordamos el viaje reportaje que realizó EL CORREO el pasado mes de octubre para comparar el trayecto de tren y avión.

Mucho se habló sobre qué pasaría el día que el AVE llegara a Galicia. Corrieron ríos de tinta sobre un debate en el que la mayoría seguía apostando por las ventajas del avión, y no creía que la línea de alta velocidad pudiese ganar el pulso. Ahora se demuestra que estaban equivocados, y prueba de ello es que incluso las aerolíneas han tirado la toalla, rebajando notablemente su oferta entre la capital gallega y la del Reino. EL CORREO ha podido confirmar que viajar en tren de Santiago a Madrid es ya mucho más rápido, cómodo y tranquilo, aunque también más caro. Ponemos el ejemplo: es martes, 11 de octubre, víspera del Día de la Fiesta Nacional. A las 15.35 horas entramos por la puerta de la estación del Hórreo, donde solo cinco minutos después nos subimos a un convoy que en cuestión de cuarenta minutos llega a Ourense. Solo siete minutos después, y simplemente cruzando un andén, parte el AVE hacia Madrid. Llega a Chamartín a las 18.45 h, tres horas y cinco minutos después. Allí tomamos un taxi hasta el destino final, en el centro, al que llegamos en 10 minutos. En total: tres horas y 20 minutos. El precio del billete, 59 euros.

Dos días después, realizamos el trayecto de regreso, esta vez en avión. La aventura: 45 minutos entre el centro de Madrid y Barajas; adonde llegamos con la hora y media de antelación que recomiendan las compañías. Le sumamos una hora y diez de vuelo (el billete ha costado 20 euros), más veinte minutos para desembarcar y salir del Rosalía de Castro. Para llegar a la intermodal, optamos por el bus, al que le lleva otros cincuenta minutos alcanzar el destino. En total: 3 horas y 55 minutos. Y las impresiones también son muy diferentes: mientras el viaje en AVE da la sensación de un paseo, el trayecto en avión cansa, y mucho. Es evidente: el AVE gana el pulso. Si bien es cierto que va al bolsillo.

Eso sí, sigue ofreciendo la posibilidad de ir y venir en el día a Madrid por motivos de trabajo con las siguientes frecuencias: salida del Hórreo a las 05.45, con llegada a Chamartín a las 08.45; y con la salida del regreso a las 20.35 horas, con llegada a la estación del Hórreo a las 23.35.