El concierto solidario de La Salle

Firmas
Manolo Fraga Carou

LOS CONJUNTOS DE MÚSICA, tal como se conocían en los sesenta-setenta, intensificaron los ensayos en las últimas semanas. Hoy ya montan equipos y prueban sonido en el salón de actos del colegio La Salle, recinto que también se construyó en el declive de aquella época ye-yé. Su inauguración había sido todo un acontecimiento. Creo que no había una instalación semejante en la ciudad, cómoda y versátil, así que empezó a utilizarse para espectáculos y eventos de muy diversa índole ajenos al colegio.

En los albores de la democracia, en La Salle pudimos disfrutar de conciertos de rock, folk, jazz... y de cantautores. Diría que Pablo Milanés, el trovador cubano enraizado en Galicia en la última etapa de su vida, no llegó a actuar allí, así que algún grupo debería entonar Yolanda esta noche. Pero sí vi, con nerviosismo juvenil, a Hilario Camacho y a Luis Eduardo Aute, cuyas canciones se han quedado para siempre en el corazón. El centro educativo posee una dilatada nómina de actuaciones musicales que hoy vuelve a refrendar, colaborando una vez más con la celebración del festival pop-rock-melódico a favor de la Asociación Compostelá de Esclerose Múltiple, que promueve Compostela Solidaria. Tras el parón pandémico, ya tenemos ganas vivir esta fiesta que presentan los Ramones, a la sazón Ramón Castro, hijo, y Moncho Lemos, dos incombustibles por los que no pasa el tiempo.

Ya veo a Ramón Castro, padre, dando la entrada con las baquetas a The Music Stars, a Alberto en los teclados de V-Roc, al doctor Moure graduando el bajo de Alta Tensao, a Miguel Martín poniendo voz a Zona Vella y a Firuco armonizando la banda de Los Potes. Nuestro vaquero de Os Loureiros, Lou Reyes, ha hecho una canción de identificación santiaguesa, Son picholeiro, que cantaremos con júbilo al final. Su letra recorre con maestría los barrios, personajes y ríos de nuestra existencia... “Picholeiro coma ti” reza el refrán del estribillo. Contamos contigo esta tarde a las ocho en La Salle.