El dinero del espectáculo del día 24 se destinará a ayudas económicas

Bugallo asegura que habrá fiestas, pero salvo la Ofrenda, el resto de la programación está en el aire // Siguen estudiando si podrá haber fuegos
Fiestas del Apóstol
carlos deañoSantiago

Invertir más de 100.000 euros en un acto que solo podrían seguir unos seiscientos espectadores en directo no es rentable, y por ello el Ayuntamiento ha decidido suspender el espectáculo de luz y sonido del 24 de julio y dedicar este presupuesto a los programas de ayuda al comercio y la hostelería.

El alcalde de Santiago, Sánchez Bugallo, tal y como había adelantado este periódico, confirmó ayer que este año no habrá las tradicionales proyecciones de la noche del día 24 en una de las fachadas del Obradoiro.

De esta forma, como señaló en su momento EL CORREO GALLEGO, a estas alturas de la programación solo está confirmada la celebración de la Ofrenda del día 25 que, un año más, y debido a las obras de rehabilitación, deberá celebrarse fuera de la Catedral. De hecho, en 2019 ya tuvo lugar en la iglesia de San Martiño Pinario.

El resto, está en el aire a expensas de cómo vaya evolucionando la pandemia y lo que sea o no posible hacer. En este sentido, el alcalde no quiso adelantar siquiera si antes del acto religioso se podrá celebrar el tradicional desfile que tiene lugar en la plaza do Obradoiro.

Lo que sí afirmó es que habrá fiestas en la medida de las posibilidades, y dentro de lo que vaya permitiendo la normativa de la crisis sanitaria. En cualquier caso, no se prevén grandes actos que supongan una gran concentración de personas.

cambios. Con todo, señaló que salvo que se produzca un rebrote de los contagios que obligue a endurecer las medidas de confinamiento, habrá actividades que no supongan una presencia masiva de público. En cuanto a los fuegos, explicó que el gobierno local no los ha descartado totalmente, y que está estudiando la posibilidad de mantenerlos, pero siempre fuera del casco histórico, posiblemente desde algún parque, para que se pueda presenciar desde distintos puntos de la ciudad.

Para este año ya estaban previstos importantes cambios en unas fiestas, que pocas variaciones habían sufrido en los últimos siglos, salvo la suspensión de todos los actos que tuvo lugar en 2013 a causa del accidente del Alvia.

Pero el año pasado ya se abrió un debate sobre el espectáculo nocturno. Las obras de rehabilitación de la fachada del Obradoiro de la Catedral ya obligaron a trasladar a Raxoi tanto las proyecciones como la pirotecnia para proteger el monumento. Sin embargo, también las cubiertas del Ayuntamiento se vieron afectadas por los fuegos, de forma que el gobierno local anunció su intención de buscar otro sitio donde se combinase la vistosidad del espectáculo con la protección del patrimonio.

En esas estábamos cuando se decretó el estado de alarma, a punto de conocer cuál sería el punto de lanzamiento de los cohetes, una decisión que ahora seguirá estudiando Raxoi para encontrar no solo el sitio, sino también el encaje en las normas.

Por el momento, la intención del Ayuntamiento es tratar de organizar una programación lo más atractiva posible dentro de las circunstancias, pensando no solo en el turismo, sino también en tratar de levantar la moral de los vecinos después de la crisis y de tanta celebración pública que tuvo que ser suspendida a causa de ella.