“El humor y la música ayudan a quitarle peso al corazón”

El Camino Interior
Álvaro Sánchez León
A tenor de sus rostros, el tenor y el director se muestran felices en el Camino de Santiago.

Zapata por el Camino de Santiago suena a revolución...

Yo soy muy tranquilo [risas]. En realidad, participar en esta serie ha sido una revolución para mí. Sinceramente, ha sido una experiencia inesperada. Nunca me había planteado esta conexión íntima llena de cultura, amistad, música y amor como la que veremos en El Camino interior por unos trayectos espectaculares y con unos compañeros de Camino inmejorables.

Revolución de sentido del humor y sentido común, que no es mala mezcla para estos tiempos de pandemia.

Entiendo que el sentido del humor y el sentido común van de la mano. Esa simbiosis nos evita mucho sufrimiento estéril, y nos hace más libres. El sentido común, además, nos hace entender el humor sin herir a nadie. Si a ambos sentidos añadimos el poderío de la música, entonces ya todo cuadra...

En las primeras imágenes de la serie le hemos visto dando el do de pecho en una ermita del Camino. ¿Qué transmite el solista que lleva dentro entre Melide y Azúa?

Paz. En este mundo de después de la gran pandemia queremos ir más lentos, pero seguimos yendo demasiado rápido. Durante mi intervención en El Camino Interior trato de expresar la paz que transmite el recorrido, igual que hacen muchos de los caminantes que me acompañan en esta aventura, que son grandes personas con una enorme humanidad.

¿Qué música social llega a sus oídos en este contexto social de caminos inciertos?

Oigo murmullos en tonalidad menor, como una musiquilla melancólica que transmite una cierta tristeza. Aunque también escucho tonalidades mayores más alegres. Ambas músicas se alternan en la vida misma.

Ha tenido el honor de cantar con los mejores cantantes del mundo. Ahora “canta” con Miguel Ángel Tobías en esta serie social. ¿Qué nos depara la melodía de El Camino Interior?

Mucho aprendizaje, y no solo en mi etapa, claro. Hay mucha verdad en todas las personas que andan por esta serie. La sociedad está ávida de escuchar historias auténticas, imitables, ejemplares, porque todos estamos deseando aprender a vivir de tal manera que merezca la pena, y a veces no es fácil si no contamos con la ayuda y la experiencia de la sabiduría ajena.

En las redes sociales se le ve feliz. ¿Cómo se conquista esa tecla?

Siendo lo que quieres ser, y no lo que quieren que seas. Lo que se ve en las redes sociales es mi verdad. Soy una persona realmente alegre desde que decidí ser yo mismo.

¿De dónde saca la energía eléctrica que le ilumina el rostro?

De mi chica, de la hija que tenemos, y de las pequeñas grandes cosas que llenan los días. Familia y trabajo son dos aspectos claves para que la sonrisa se convierta en el estado habitual de nuestros rostros.

Usted tiene un propósito en la vida: que le guste la música a la mayor cantidad posible de gente. ¿Cómo va su empeño por difundir sin miedo el virus de la belleza?

Va poco a poco, pero seguro. De la música buena la gente se enamora sola con un poco de conocimiento. Me siento muy pagado y muy realizado con lo conseguido hasta el momento, pero seguimos impulsando este propósito, consciente de que tendrá un positivo eco social.

De alguna manera, también ayuda a reírse para relativizar las piedras en el camino. ¿Qué tipo de vacuna es el sentido del humor?

El humor es la vacuna que lo cura todo. De vez en cuando hay que ver el discurso del entierro de John Cleese, de los Monty Python. Hasta en los momentos más trágicos hay lugar para la sonrisa. El humor y la música curan, porque ayudan a quitarle peso al corazón.

Dice usted que “hay una música para cada instante”. ¿Cuál sería la banda sonora de su etapa en El Camino Interior?

La Pasión según san Mateo, de Johann Sebastian Bach, porque transmite la paz de la etapa, da gloria a Dios y acerca a los hombres a la divinidad.