El ‘mazacote’ de Salgueiriños volverá a cobrar vida década y media después

Principio de acuerdo entre las administraciones y los concellos para retomar el parque comarcal de Bomberos // Los estudios revelaron que la estructura a medio construir es aún aprovechable
luis álvarezSantiago
El edificio de Salgueiriños es poco más que una estructura abierta. Foto: Antonio Hernández

Fue en 2006, hace ahora década y media, cuando se pararon las obras de construcción del edificio que iba a albergar el Parque Comarcal de Bomberos. Ahora, según anunció ayer el alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, está previsto que en breve se firme el acuerdo entre todas las administraciones implicadas para repartirse los costes de construcción y el mantenimiento de la plantilla.

Ya hubo una reunión, a la que no pudo asistir el director xeral de Emerxencias debido a una indisposición, pero en la que los alcaldes de los municipios de la comarca se mostraron de acuerdo con la propuesta, explicó el regidor compostelano, así que todo apunta a que en breve habrá fumata bianca.

Solo queda establecer el reparto de los costes, entre Xunta, Diputación y ayuntamientos implicados, porque como también señaló el alcalde de Santiago, otro de los obstáculos que se planteaban en 2006, la negociación con la plantilla compostelana, en estos momentos está encaminado.

Tal y como había contado este periódico, estudios realizados recientemente sobre la estructura del edificio demostraban que ésta se encontraba en buen estado a pesar del tiempo que lleva a la intemperie, y que podía ser perfectamente aprovechada para completar la construcción y que los Bomberos dejen por fin las actuales instalaciones de San Caetano.

Precisamente, en los últimos días fue motivo de debate esta ubicación, con motivo de las obras de demolición que se están llevando a cabo en el edificio de la antigua estación de autobuses, a cuyo lado están situadas.

En el solar, la Xunta tiene previsto construir un complejo administrativo, y de momento se han dejado estas dependencias al margen, pero estaba claro que era necesario encontrar una alternativa para que los Bomberos pudieran disponer de unas instalaciones adecuadas, también el de atender las necesidades de los ayuntamientos de la comarca compostelana.

Ahora queda por ver cómo se completa el edificio. Los estudios sobre la estructura, una parte horizontal y una torre, revelan que tanto el hormigón como la estructura metálica pueden recuperarse y aprovecharse para la nueva construcción. Otra cosa es el coste de la misma, que deberán asumir las administraciones implicadas, tal y como se hizo cuando el proyecto se puso en marcha en 2000.

También está la cuestión de la necesaria ampliación de la plantilla de funcionarios para hacer frente a las necesidades de Santiago y de todos los ayuntamientos de la comarca de Santiago.

En principio, se había barajado la posibilidad de que Hacienda aceptara que se sumaran las tasas de reposición de todas, para poder llevar a cabo una ampliación imprescindible, ya que en la actualidad se están haciendo importantes esfuerzos para completar el número de efectivos compostelanos, que es muy inferior al que había hace unos años, por jubilaciones y por la citada tasa de reposición de efectivos.

En 2019, a su regreso a la alcaldía, Sánchez Bugallo ya manifestó su intención de recuperar este proyecto para dotar a los Bomberos compostelanos de una instalaciones en condiciones con un nuevo proyecto, para lo que era necesario contar con el apoyo de las otras administraciones, la autonómica, la provincial, y los ayuntamientos de Ames, Boqueixón, Brión, Teo, Val do Dubra y Vedra, además de Santiago.

Paradójicamente, las obras se adjudicaron en su momento con un plazo de ejecución de dieciocho meses, que de momento se han convertido en dieciséis años, a los que habrá que sumar ahora lo que lleve finalizar la obra y el equipamiento.