El tiempo seco propició el ‘terraceo’ matinal y la visita a los comercios

Ambiente en las calles, aprovechando las horas de sol en el exterior de los bares que estaban abiertos // Primer domingo de rebajas con afluencia de público
Rebajas
Xiana Rey

Tradicionalmente, el primer domingo de rebajas suele ser un buen día de ventas para el comercio, ya que es la jornada que eligen muchos para visitar las tiendas sin prisas buscando artículos a menor precio. Y ayer no fue una excepción, con bastante afluencia de público en los comercios que abrieron sus puertas, principalmente en los pertenecientes a las grandes cadenas y franquicias.

Unas visitas que se vieron propiciadas por la ausencia de lluvia, que también facilitó el paseo por las calles y parques de la ciudad, y la parada en las terrazas de los bares que se animaron a abrir sus puertas en el horario permitido, estando especialmente concurridas en las horas del mediodía, durante el aperitivo, una estampa que se repite en la capital gallega siempre que el tiempo lo permite.

Mientras que la mayoría del pequeño comercio y muchos establecimientos dedicados a la restauración optaron por permanecer cerrados, los que abrieron sus puertas recibieron numerosas visitas de clientes buscando artículos rebajados y aprovechando la jornada dominical para hacer compras y terracear en los bares cercanos, especialmente desde media mañana.

Los centros comerciales de la ciudad, por su parte, también registraron gran afluencia de público, favorecidos por el reciente levantamiento del cierre perimetral con los concellos limítrofes, que hasta hace un par de días no permitía que los vecinos de Ames, Teo y Brión viniesen a Compostela sin causa justificada, lo que se resintió en las ventas del comercio compostelano durante la campaña navideña y los primeros días de la de rebajas.

Este año, además, las rebajas de invierno se iniciaron con importantes descuentos y grandes promociones que llegaron incluso al 60 % en artículos seleccionados.

Además, y tal y como mandan los nuevos tiempos, los comercios se han volcado en las medidas de seguridad, ofreciendo a los clientes espacios en los que realizar sus compras de forma segura, con aforos limitados, distancia entre clientes a la hora de mirar los productos y sobre todo a la de pagar, y en algunas tiendas, incluso, prohibiendo el uso de probadores e instando a los clientes a llevarse los artículos a casa, facilitando las devoluciones.

En el caso de El Corte Inglés, por ejemplo, se establecieron también nuevos criterios de implantación de muebles y artículos para crear un entorno con espacios más amplios para el cliente, que favorezca el tránsito y evite posibles aglomeraciones, con el interior de los establecimientos perfectamente señalizados siguiendo un protocolo de prevención y seguridad.