Muchos conductores se ven sorprendidos porque el aparato marca velocidades, algunas de ellas muy elevadas, mientras los vehículos permanecen parados // Desde el departamento de tráfico apuntan a que este hecho se produce porque los sensores detectan los coches a mucha distancia TEXTO Brais Fdez.

¿Está loco el radar informativo?

Nudo de Concheiros
Brais Fernández
Uno de los dos radares informativos instalados en el nudo de Concheiros para advertir a los conductores de la velocidad a la que circulan. Foto: BF

Desde el encendido de los radares informativos del nudo de Concheiros, hace poco más de una semana, muchos conductores de la ciudad se han visto sorprendidos por una imagen curiosa: todos los coches detenidos en los semáforos, personas cruzando andando y, de repente, el aparato comienza a mostrar velocidades aleatorias, algunas de ellas incluso muy elevadas, sin parar. Ante tal tesitura, la pregunta es: ¿está loco el radar informativo del nudo de Concheiros?

Cabe recordar que estos medidores se instalaron en la polémica plaza semipeatonal con dos objetivos: por un lado, como medida correctora de las imprudencias cometidas por los conductores; y, por el otro, como fuente de información para el Concello de Santiago.

En este sentido, desde su implantación se aprecia una mayor deceleración en los miles de coches que pasan por esta vía diariamente, avisados, desde bastante metros de distancia, de si superan los límites permitidos en el interior de la plazoleta. Ese mensaje luminoso, al igual que sucede en otros puntos de la capital gallega, advierte a las personas al volante y consigue que tomen en consideración respetar la ley en el eje de Rodríguez de Viguri con la Avenida de Lugo, todo ello para conseguir ese deseado mensaje de “grazas” cuando se cumple con la normativa (la velocidad máxima permitida es de 20 km/h).

Poniendo de relieve este aspecto, condición indispensable para proteger la seguridad de los viandantes en este espacio que ha generado tantos conflictos desde su creación, la duda se vierte sobre los datos registrados por las pantallas.

De este modo, teniendo en cuenta que su funcionamiento se centra en informar y rastrear las velocidades de los automóviles, ya que todavía no está claro que pasen a sancionar en algún momento, la gente se pregunta la fiabilidad de los mismos si se producen estos errores cuando nadie se mueve en las cercanías de la plazoleta.

Por ello, desde el departamento de tráfico municipal, en declaraciones a EL CORREO, han confirmado que este hecho curioso se produce porque los sensores instalados en los dispositivos detectan los coches a mucha distancia. Así, mientras se mantienen parados en las proximidades del nudo, pueden llegar a percibir los movimientos que se producen, por ejemplo, en la rotonda junto a la antigua estación de autobuses o en la glorieta para acceder a Fontiñas.

En todo caso, las velocidades que se marcan cuando avanzan los autos concuerdan con la de los velocímetros, por lo que se trata de un caso concreto que se genera cuando no hay actividad. Asimismo, queda claro que no se debe a los peatones, ya que entre el baile de cifras aparecen algunas de más de cincuenta kilómetros por hora.

DATOS RECABADOS EN LOS PRIMEROS DÍAS. Dentro de la incógnita sobre la capacidad de los dispositivos para mostrar todas las velocidades, cabe recordar que a los diez días de su instalación (mientras estaban apagados), Raxoi informó que menos de un 1,5 por ciento de los coches circulaban por esta zona a más de cincuenta por hora. En esta línea, se apuntaba que el 65 % pasara por este punto, hasta ese momento, a menos de treinta.

A mayores, estos valores también permitieron a Raxoi tomar la decisión de reducir la vía a un sólo carril para vehículos de particulares, actuación que se llevará a cabo en el futuro próximo.

La instalación de este radar informativo se incluyó entre las medidas correctoras provisionales del descontrolado cruce peatonal, puesto que, por el momento, la Xunta de Galicia sigue sin entregar la obra al Concello, quien ya adelantó que recepcionará los trabajos para ponerse manos a la obra e intentar corregir las posibles deficiencias detectadas por los usuarios.