Las diferencias entre el formato escogido para el Hórreo, instalado esta misma semana, y el nudo de Concheiros llama la atención de los compostelanos // Ambos son diseños probados en otras ciudades europeas y que deberían cumplir su cometido, el de iluminar la calle a la perfección TEXTO Brais Fdez.

¿Farolas ‘ovni’ o focos en catenaria?

Iluminación pública
Brais Fernández
La catenaria tiene la misión de guiar a los peregrinos hacia el casco histórico

Uno de los principales artículos a los que está afectando la crisis de suministros dentro del sector de la construcción son las farolas, unos postes que han provocado más que un quebradero de cabeza a los responsables de las obras públicas de la capital gallega. Estos equipamientos tienen una función fundamental dentro de la actividad diaria de una ciudad, por lo que su diseño, colocación y empleo siempre está en tela de juicio. En este caso, en Santiago llama la atención la diferente apuesta que se ha realizado en dos de los principales trabajos de remodelación: el Hórreo y el nudo de Concheiros.

En este sentido, esta misma semana, tras meses de espera, se han colocado los nuevos faroles que iluminarán el renovado tramo del Hórreo que conecta la Estación Intermodal con el centro de Compostela. Inmersos en la última fase, con una prórroga del plazo de ejecución del contrato, comienza a instalarse el mobiliario decorativo, entre el que destacan, sin duda, estas luminarias que, según explicó Eulogio Viñal, responsable de la empresa constructora, a EL CORREO en su día, proceden de Italia.

Dicen que para gustos hay colores, pero a tenor de una primera visual, las diferencias entre los materiales empleados en ambos espacios resultan llamativos. Las recientemente colocadas en el acceso a la urbe destacan por su altitud y un modelo moderno que nos llevan a la mente la figura de un ovni, pero que mantienen la línea de los estilos más clásicos. Por su parte, en la entrada del Camino Francés han escapado de las farolas y se han decidido a instalar un curioso formato catenaria, imitando a las vías del tren, las cuales marcan el itinerario de los peregrinos en dirección al casco histórico.

En ambos casos cabe destacar que se tratan de modelos con un amplio recorrido en otras ciudades europeas, por lo que su función, la de iluminar la calle, deberían cumplirla a la perfección. En todo caso, resulta bastante chocante la presencia de unos cables colgando en el aire con un foco puesto en el medio, algo más propio, hasta ahora, de una construcción en marcha que de un proyecto final.

Más allá del apartado estético, a pesar de lo que pudiese parecer, en base a las declaraciones de la propia compañía adjudicataria, este peculiar método contemporáneo cada vez más utilizado, en el que el cielo se llena de un enjambre de cuerdas, está preparado para todo tipo de condiciones atmosféricas y protegido para evitar cualquier riesgo que pueda derivarse del clima.

Sin duda, las diferencias entre ambas calles –avenida de Lugo y Hórreo– llaman la atención y darán mucho que hablar en las próximas semanas, más si cabe porque ambas obras acumulan retrasos indeseados.

Teniendo todo ello en cuenta, ahora es el momento de que los compostelanos también decidan con qué estilo se quedan: ¿farolas ovni o focos en catenaria?