Galicia llora la muerte del padre Díaz de Rábago, en Taiwan, a los 105 años

Obituario
El Correo Gallego
Andrés Díaz de Rábago en la gala de los Premios Gallegos del Año, que otorga EL CORREO GALLEGO, en 2019, junto al ex presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, el arzobispo de Santiago, Julián Barrio; el presidente del Parlamento, Miguel Santalices; y el alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo FOTO: Antonio Hernández

El padre Andrés Díaz de Rábago, muy conocido en Galicia por su larga y fecunda labor apostólica tanto en España como en el extranjero, ha fallecido en Taiwan, donde residía, a los 105 años. Se encontraba enfermo desde hace unos meses y afirman fuentes muy cercanas que murió en paz en su querido país de adopción.

Nacido en A Pobra do Caramiña en 1917, el misionero jesuíta estuvo siempre muy ligado a Santiago, donde estudió Medicina e inició su vida religiosa en el Seminario de la capital gallega. Desde Compostela dio el salto a Extremo Oriente, durante ejerció el apostolado, durante toda su larga vida, en países como China, donde vivió la dura represión de Mao, Timor, Japón y otras naciones asiáticas. Pero adonde estuvo más ligado es a Taiwan, y de hecho fue el primer occidental en conseguir la nacionalidad de este país.

Hace apenas un par de años, el padre Díaz de Rábago fue nombrado doctor honoris causa de la Universidad Católica del Sur de Taiwan.Conocido también por su nombre chino, Lai Gan-lin, que significa “lluvia oportuna” o “lluvia después de la sequía”, fue hijo de Andrés y Narcisa y nieto de Joaquín Díaz de Rábago y Olimpio Pérez, dos personas muy sobresalientes en la comunidad.

Distinguido con uno de los Premios Gallegos del Año, instituidos por EL CORREO GALLEGO, en su XXX edición por su labor evangélica y sanitaria en los lugares más desfavorecidos del continente asiático, fue el galardonado “más querido y aplaudido”, que animó a todos los asistentes al evento social más importante de Galicia “a preocuparse más por los vecinos y practicar la solidaridad”, deseando al mismo tiempo un mayor entendimiento en el mundo y más amor.

Estudió en el colegio de los Jesuitas de Vigo y en Portugal. Tras la Guerra Civil, obtuvo la Licenciatura en Medicina e ingresó en la Compañía de Jesús en 1940, cuando inicia su formación como jesuita. En 1947 llega a China en medio de la guerra civil entre nacionalistas y comunistas. Es el último sacerdote extranjero vivo ordenado en China desde entonces.

El exvicepresidente de Taiwán hasta 2020, Chen Chien-jen, íntimo amigo del sacerdote, dijo de él en su día que “tiene el espíritu de un torero, el entusiasmo de una bailaora, el ingenio de Picasso y Gaudí, y el celo misionero de San Ignacio y San Francisco Javier”.