Guerra a los despistes por mezclar conducción y aparatos electrónicos

Arranca una campaña de la Policía Local // Multiplica por cuatro el riesgo de accidente
Tráfico
Luis García
Los controles para evitar distracciones se desarrollarán hasta el 22 de septiembre. Foto: CS

Utilizar aparatos electrónicos mientras uno se desplaza entraña un importante riesgo, y si además se hace al volante de un vehículo, además, puede afectar a otros. Con el fin de evitar este tipo de despistes al volante, la Policía Local de Santiago, en colaboración con la Dirección General de Tráfico, inició ayer una campaña que durará hasta el próximo día 22 de septiembre.

El objetivo de la misma es poner freno a una de las causas más frecuentes de accidentes, como son las distracciones al volante por conducir utilizando algún tipo de dispositivo móvil.

Conducir requiere prestar la máxima atención, y el uso de este tipo de dispositivos, como teléfonos móviles, navegadores GPS u otros, puede hacer bajar la guardia y provocar un importante número de siniestros. De hecho, señalan, su uso multiplica por cuatro el riesgo de sufrir un accidente, y se equipara a la falta de control que provoca circular después de consumir bebidas alcohólicas.

Recuerdan que cuanto mayor es la velocidad de un vehículo, menor margen de reacción tiene el conductor frente a la aparición de un imprevisto, mucho más, si encima no va prestando la debida atención. Velocidad y distracción se convierten así en un binomio que aumenta de forma significativa los niveles de riesgo al volante.

Así, los tipos de accidentes más frecuentes cuando se produce uno de estos factores o se suman, son las salidas de vía, la colisión con el vehículo que precede, o el atropello de un peatón.

Sobre este último caso, y para evitar también que el despistado sea quien va a pie, el Ayuntamiento de Santiago ya puso en marcha el año pasado una campaña en forma de mensajes pintados en las entradas a los pasos de peatones, recordando la necesidad de “estar ao que tes que estar”, y levantar la cabeza de la pantalla del dispositivo.

El Departamento de Tráfico del Ayuntamiento señala que según los estudios realizados, el uso de un teléfono móvil convencional durante la conducción, aumenta de cuatro a seis veces el riesgo de colisión con respecto a circular atento a la carretera.

Asimismo, describen que marcar un número de teléfono en el aparato, responder a una llamada, leer o contestar un whatsapp, encender un cigarro o sintonizar la radio mientras se conduce, suponen un riesgo añadido, ya que durante el tiempo que se emplea en realizar alguna de estas acciones el conductor aparta la vista de la carretera durante un tiempo.

Eso supone que durante unos segundo el vehículo circula sin control y en el caso de que surja algún problema, no tiene forma de reaccionar, o lo hace cuando ya es demasiado tarde.

Pero la campaña no se dirige solo a lo que es el uso cada vez más frecuente de aparatos electrónicos, sino también a todo tipo de distracciones que se puedan producir al volante y que resten atención a la conducción, las circunstancias externas y a los problemas que puedan aparecer.

En este sentido, alertan también de actividades como consultar un mapa, mirar un diario o estar más pendiente de las instrucciones que llegan desde el GPS que a lo que está pasando alrededor también entrañan un riesgo añadido de acabar sufriendo o provocando algún tipo de siniestro.

Por ejemplo, fumar al volante, entre el humo, la caída de ceniza o una brasa o la búsqueda del cenicero. En esta línea estarían también otros condicionantes como el llevar niños que vayan haciendo ruido o llorando, la entrada de un insecto en el habitáculo y, por supuesto, conducir bajo los efectos de alcohol o de algún otro tipo de sustancia que merme las facultades del piloto.

Como colofón, alertan también de otras circunstancias que pueden afectar a la capacidad de circular adecuadamente, desde la fatiga a la somnolencia, el estar tomando algún tipo de medicación que afecte a las facultades de percepción, o padecer algún tipo de enfermedad que dificulte o incapacite, como ansiedad o depresión, o tener una edad avanzada.