‘Guerra de antenas’: legalidad y salud frente a usuarios sin Red

Residentes en Rosalía de Castro aplauden que se quitase por fin la situada en su calle, aunque entienden las quejas de los comerciantes, que se han quedado sin conexión
Redacción ECG
CONCHEIROS. A la izquierda, casi enfrente del colegio, una de las antenas. A la derecha, la otra, con una gaviota encima

Los vecinos que residen en las inmediaciones de la antena de telefonía que ha sido retirada del edificio situado en el número 63 de la avenida de Rosalía de Castro inciden en lo dañinas que son este tipo de instalaciones. “Entiendo las quejas de los responsables de tiendas y bares de la zona a raíz del desmantelamiento de la referida antena, puesto que su actividad se ve condicionada, pero no es comparable al efecto nocivo que supone para los residentes que la tenemos a 10 metros”, afirma uno de los vecinos que vive en la zona. En este sentido, añade que en una situación de este tipo “debe primar la protección de la salud”. Además, señala que esta antena “es ilegal”.

Estas valoraciones se producen después de que varios comerciantes de la rúa Nova de Abaixo se quejasen de los problemas de conexión que provocan la mala cobertura telefónica, con caídas constantes de la red de internet. Sin embargo, este vecino pone en valor “la insistente intervención de la Valedora do Pobo a instancias de los residentes para agilizar la retirada de la antena”.

“No obstante, hubo que repetir la petición para conseguir la retirada del mástil, lo que se ejecutó recientemente. Es probable que la empresa pretendiese volver a colocarla pasado no mucho tiempo y seguramente lo haga pronto en otro lugar no muy lejano...”, sostiene este afectado por la antena de telefonía. Y añade: “Somos conscientes de la pérdida de señal que puede ocasionar la ausencia de la antena, pero, en primer lugar, no se puede consentir de ningún modo una instalación ilegal por muy grande y poderosa que sea la empresa y lo permisivo que sea el Concello de Santiago con la misma”.

Asimismo, considera que ante un escenario de estas características “se debe primar la cobertura por cable, con menos efecto negativo y la cobertura wifi de los locales que deseen ofrecer tal servicio” y aguarda que “cualquier nueva autorización debiera ser con el conocimiento no sólo de los residentes del edificio en cuestión, sino de los del entorno afectado, y siempre con garantías en materia de salud”. Igualmente, se refiere a los informes elaborados por la Valedora, que “reproducen y acreditan la lenta y torpe acción del Ayuntamiento en este caso”.