“Hay que tener cercanía con los vecinos, hacer cosas, entenderlos”

Alcalde de Carballedo
Julia Escobar
Julio Manuel Yebra-Pimentel, alcalde de Carballedo, en su visita a la sede central de EL CORREO GALLEGO, en A Costa Vella. Foto: Antonio Hernandez

Julio Manuel Yebra-Pimentel Blanco es el alcalde del Ayuntamiento de Carballedo (Lugo) desde 1983. Desde su elección y hasta 1991 compatibilizó el cargo con el de diputado en la Diputación Provincial de Lugo. Farmacéutico de profesión, pero político por convicción, atiende a EL CORREO para conocer más a fondo los objetivos y problemáticas que afectan al rural gallego.

¿Cómo es posible que un farmacéutico acabe en política?

Víctor Manuel Vázquez Portomeñe (diputado en el Parlamento de Galicia) era secretario del ayuntamiento en mi pueblo. Coincidíamos a menudo y hablábamos mucho. Él fue quien me convenció para postularme. Los vecinos también me animaban y sentí que podía serles útil. Al final todo esto me animó, me presenté y hasta hoy... 40 años después sigo siendo alcalde.

¿Cómo se ganan tantas elecciones seguidas, cuál es el secreto?

Lo primero y más importante, trabajar. La ciencia infusa no existe. Hay que tratar de tener una cercanía con los vecinos; hacer cosas, entenderlos y percibir lo que siente la mayoría. También debes conocer bien el territorio y tener buenos equipos, intento rodearme siempre de gente que es más inteligente que yo. Por último, no prometer cosas que sabes que no son competencia del ayuntamiento y que no podrás cumplirlas aun siendo el alcalde.

¿A qué problemáticas se enfrenta actualmente su ayuntamiento?

Sobre todo, destacar algo que es común en muchos pueblos del rural. Existen hasta cincuenta problemáticas de tipo sectorial, que afectan a todos ellos; por ejemplo, en nuestro concello contamos con numerosos ríos (para muchos desconocidos) protegidos por la Confederación Hidrográfica. Todo ello impide y limita mucho los proyectos y la actividad económica que se puede realizar cerca de ellos. Y aunque finalmente se permita, la burocracia y los permisos suelen tardar bastante tiempo en aprobarse. El margen para construir (por poner un ejemplo) es muy escaso y la normativa solo permite hacerlo en una serie muy limitada de núcleos. Por eso la gente de los pueblos está muy descontenta con todas estas normativas. En mi opinión, estamos poniendo demasiados palos en la rueda del rural.

En el caso de la industria, pasa exactamente lo mismo. Por todo ello, desde el ayuntamiento estamos trabajando junto con otros alcaldes para hacer presión de cara a exponer ante diferentes administraciones esta problemática.

¿Con respecto a esto último, qué relación existe con poblaciones cercanas como Monforte o Chantada?

Nosotros pertenecemos al partido judicial de Chantada (junto con otros siete ayuntamientos). Como comentaba antes, vemos necesaria esta unión a través de la Asociación para poner de manifiesto y ejercer la presión (bien entendida) ante el resto de administraciones. A través de esta, trasladaremos las problemáticas comunes que todos nosotros como alcaldes compartimos para tratar de poner una solución y conseguir un crecimiento económico y social para el rural. Y Monforte, aunque estamos cerca, ya es otra comarca. La relación sin embargo sigue siendo muy buena con todos los pueblos con los que colindamos, incluida la ciudad del Cabe.

¿Con qué aportaciones cuentan anualmente con cargo a Xunta o Diputación?

Cerca de dos millones de euros anuales proceden de estas instituciones. Nuestras reivindicaciones en términos económicos no son “excesivas”. Lo que nos preocupa y sigue siendo nuestra prioridad son las limitaciones que, como bien comentaba antes, seguimos teniendo. Esto es... ¿hasta qué punto se permite al ayuntamiento y sus habitantes decidir qué hacer con sus propiedades, dónde se permite construir o rehabilitar y dónde no?.

Sigo teniendo la impresión de que el rural es visto como algo “bonito” y nada más. Pero para opinar sobre nosotros hay que vivir en él. Si no facilitamos la vida, la despoblación y el abandono estarán a la orden del día, como ya está ocurriendo.

En una palabra o en una frase, ¿cómo describiría Carballedo?

Como una gran belleza natural.

¿Qué le gustaría conseguir para su ayuntamiento?

En Carballedo existe gente muy hospitalaria pero pocos habitantes. Tenemos ganas de que vengan más. No sólo en verano, cuando efectivamente la población aumenta con respecto a otras épocas del año, sino el resto del tiempo.

¿Con respecto al turismo y su impacto en la zona, qué nos puede contar?

El peso y el impacto positivo de la Ribeira Sacra está ayudándonos mucho. Eso ha aumentado el número de pernoctaciones en nuestro municipio. Existen proyectos turísticos de gran envergadura que buscan crear y actualizar la oferta vacacional en el entorno del embalse de los Peares. Todo ello manteniendo la esencia de un paisaje natural y rural. Para hacernos una idea, en los últimos meses se han comprado hasta cuatro pueblos enteros para poner en marcha grandes iniciativas privadas, y no serán los últimos.