Hosteleros piden una ampliación de aforo para los saturados albergues

Los problemas para encontrar cama se concentran a partir de O Cebreiro, hasta Santiago
ECG Redacción
Albergue de peregrinos ‘Casa da Pescadería’, en Betanzos, con las camas superiores de las literas inutilizadas para cumplir con las medidas de aforo al 30 %. Foto: Cabalar/Efe

O Cebreiro, Tricastela, Sarria, Portomarín o Arzúa son algunos de los pueblos por los que discurre el Camino Francés -el más transitado- hasta Compostela. Todos tienen en este momento un problema común: la falta de espacio en los albergues. Con el aforo reducido al 30 por ciento de la capacidad, algunos establecimientos, como el que gestiona la Xunta en O Cebreiro, han pasado de un centenar de plazas ocupables a tan solo 30. Ante la creciente llegada de peregrinos, la consecuencia directa es que muchos se encuentran sin plaza para dormir. Si en algunas épocas ya era complicado encontrar sitio en los albergues más próximos a la ruta, en este momento resulta casi misión imposible en algunos puntos.

Es el caso del Albergue Linar do Rei, el primero en la ruta después de pasar el establecimiento público de O Cebreiro. “El sábado nos llamaron unas 200 personas para ver si teníamos sitio, estamos recibiendo un 300 % más de llamadas que de costumbre. Si vienen grupos de convivientes podemos meterlos a todos juntos, pero si no ya se complica porque entra en juego el aforo”, explica una de las responsables, Erika Varela. Muchos llegan desesperados, como una madre con dos niños a la que esta misma semana Erika tuvo que decir que no tenía más espacio. La alternativa pasa por desviarlos a otros pueblos, incluso a casas rurales que se encuentran fuera de la Ruta Jacobea. También hay quien opta por coger su saco de dormir, quedarse en la calle e intentar que en algún albergue le dejen entrar solo para ducharse. “Lo que no entendemos es que este año tengamos al aforo al 30 % cuando el año pasado estaba al 75, sin que hubiese tanta gente vacunada”, incide Erika.

Los responsables de los albergues explican que donde más se agrava la situación es en O Cebreiro, Triacastela y Portomarín. Precisamente, en el Albergue Pensión Porto-Santiago, en Portomarín, cuentan que en julio estuvieron al completo de reservas, y que para agosto solo les queda una habitación por ocupar el día 29. Si llegan cuatro convivientes, pueden ocupar la habitación al completo pero, si se trata de un solo peregrino o de no convivientes, solo puede dormir uno en ese espacio. “La gente lo está planificando con mucha antelación, las reservas de verano estaban hechas desde marzo. Y ahora tenemos reservas para diciembre”, relata Belén Torres, que aprovechó el pasado verano para hacer reformas e instalar baños privados en cada estancia. “Nos llaman algo desesperados porque te encuentras gente que viene a la aventura, personas mayores, con niños”, incide. La posibilidad de reserva solo está disponible en los albergues privados, puesto que la Xunta retiró el sistema de reserva en la red pública el pasado mes de junio.

El presidente de la Asociación de Amigos del Camino en Sarria, Xurxo López, pide que se tomen medidas desde el gobierno gallego para aumentar la limitación de aforo teniendo en cuenta el amplio porcentaje de población vacunada. “Hai peregrinos durmindo na rúa, con moitas complicacións. Algún incluso chora e non me estraña”, se lamenta. “Fixemos un grupo de Whatsapp con todos os establecementos, e imos comunicando se queda sitio. Pedimos tamén que non se fagan reservas en varios sitios para despois non aparecer”, cuenta Xurxo, cuyo teléfono “bota fume” con llamadas para preguntar por camas disponibles. El pasado lunes llegó a recibir 150 llamadas.

El problema no se soluciona al llegar a la capital gallega. El Albergue Santos, en Concheiros, está estos días a plena capacidad y también tiene que rechazar clientes. De sus 21 plazas, solo pueden ofrecer seis. “Houbo xente que tivo que marchar de Santiago en tren ou bus de volta para as súas casas porque non podían pasar a noite”, explica Fabián Santos. Los responsables de este establecimiento forman parte de la Asociación de Albergues de Galicia, desde donde estudian solicitar a la Xunta un aumento de los aforos.