Inversión millonaria en el aeropuerto para incrementar su categoría europea

Se remodelará por completo la calle de rodadura, actuación indispensabe para adecuarse a la normativa de la UE // Los trabajos durarán nueve meses y apenas afectarán al tráfico
Aeropuerto de Santiago-Rosalía de Castro
Francisco Cernadas
Estas importantes obras dotarán a Lavacolla de una certificación superior en su H24 a nivel europeo. Foto: Fernando Blanco

El aeropuerto de Santiago -Rosalía de Castro afrontará en este 2022 una intervención millonaria indispensable para el objetivo de elevar su categoría. La terminal compostelana, que sigue demostrando cada mes su enorme potencial, acogerá estas obras, que tienen una duración de nueve meses, para adecuar la calle de rodadura a la nueva normativa europea y dotarla de mayor seguridad, sin que apenas tenga impacto en el tráfico diario.

El proyecto, en el que Aena invertirá tres millones de euros, acaba de ser adjudicado a la empresa Viarium, quien lo llevará a cabo en cuatro fases. En este sentido, el plan, que ya estaba en fase de estudio en 2019, se paralizó por el estallido de la pandemia, saliendo a licitación a finales del 2021.

Durante estos trabajos, el tramo comprendido entre la plataforma militar y la cabecera 17 (la que está pegada a la autovía), una sección que abarca algo más de 1.300 metros de largo y 23 metros de ancho, será demolida por completo (hasta una profundidad estimada de 1,5 metros), para volver a crear un nuevo firme. Además, paralelamente, se llevará a cabo un nuevo talud lateral que refuerce todo el perímetro actual de la calle.

“Actualmente no cumple con los requisitos europeos de resistencia de pesos, después de la evaluación que realizó la agencia europea de seguridad para elevar la categoría del aeropuerto”, explican desde el portal Aeronoticiario SCQ en declaraciones a EL CORREO.

Esto obligará a que la capacidad de la terminal se reduzca, durante el plazo estipulado, a veintidós operaciones cada hora, por las treinta actuales (entre salidas y llegadas), aunque habitualmente nunca se llega hasta esas cifras. En todo caso, el gestor aeroportuario ha insistido en los pliegos en que las actuaciones deben respetar la operatividad al máximo.

“Al estar cerrada la rodadura (vial paralelo a la pista), los aviones que aterricen o despeguen pasarán más tiempo en la pista de aterrizaje al tener que ir hasta el final de la misma, girar sobre su eje y regresar sobre sus pasos por la propia pista, obligando a espaciar más las operaciones”, detallan.

CUATRO FASES de actuación. El proyecto consta de cuatro fases bien diferenciadas, a las que hay que añadir una previa para poder comenzar los trabajos con la mayor celeridad posible.

La Fase 0 implicará la ejecución de eje de viraje en la cabecera 17, en la que ya se dejará fuera de servicio la calle de rodaje E1. Esta obra se realizará en horario nocturno e implicará el cierre del aeropuerto, durante tres semanas, entre la medianoche y las seis de la mañana, aunque con capacidad para adaptarse a las peticiones horarias de las aerolíneas para no interferir en caso de un retraso.

A continuación, en la Fase 1, se llevará a cabo la regeneración del pavimento desde la calle de salida E1 hasta la plataforma P-1, donde se ubican, entre otros, los hangares de Inditex y Salvamento Marítimo. Esta actuación se estima que dure casi tres meses al tratarse de una amplia extensión de superficie. Una vez completada, se pondrá en servicio el viraje en la cabecera 17 habilitado en las labores previas, de ahí su urgencia.

Durante la Fase 2, se acometerá, en un periodo de entre tres semanas y un mes, la rehabilitación en el acceso a la plataforma P-1, procediendo al cierre total de dicho espacio. Esto obligará a reubicar algunos aviones en otros stands del aparcamiento de la antigua terminal.

A seguir, en la Fase 3, se tomará la zona entre P-1 y la calle de salida E2, recuperando la operativa en la plataforma. El tiempo estimado se calcula en poco más de un mes.

Por último, la Fase 4 será la de regeneración en el entronque entre la salida E2 y la D2. Esta será de las etapas más complejas al coincidir con temporada estival, por lo que no podrán dejar la plataforma inoperativa al ser base de aeronaves de extinción de incendios. Para ello, durante un mes, se habilitará una calle de rodaje temporal hacia el aeródromo militar.

Finalmente se sumará un paso final de comprobaciones y finalización de obra, con la correcta confirmación de todos los sistemas y balizas de la calle de rodadura, antes de ponerla en servicio de nuevo.