La grúa retira unos diez coches al día y haría falta el triple para ser rentable

Denuncian los trabajadores insultos y agresiones por parte de los conductores // Muíños califica de falsas las afirmaciones
Multas
Luis Álvarez
Depósito municipal de la grúa, situado en el polígono compostelano de A Sionlla. Foto: ECG

Años después de la municipalización del servicio de grúa y ORA por parte de CA, la polémica sigue abierta, y si en el pasado pleno el alcalde de Santiago aludía al fuerte déficit que arrastra el servicio, ayer fueron los trabajadores del servicio los que denunciaron los problemas que afirman que encuentran a diario en su trabajo.

A través de un comunicado dirigido a Onda Cero, señalaban que a diario tenían problemas con los conductores cuyos vehículos retiraban, desde insultos hasta agresiones, que en algún caso habían concluido con una baja laboral, debido a la ansiedad que provocaban estas situaciones.

Denuncian que históricamente los trabajadores del servicio actuaban en compañía de un Policía Local, que era el que se encargaba de señalar los vehículos que tenían que ser retirados, pero que durante el mandato del PP se sustituyó por un sistema de fotografía, con lo que se quedaron sin ninguna autoridad que los respalde.

También señalan que durante el gobierno de CA, cuando el Ayuntamiento asumió la titularidad del servicio, se les explicó, “solo de forma oral”, que a partir de ese momento, a la hora de retirar vehículos había que primar la calidad sobre la cantidad. Sin embargo, denunciaron que el gobierno actual había llegado a afirmar en un pleno que el servicio era “una sangría” para las arcas municipales.

Una afirmación que consideraron injustificada, ya que declararon que su única intención era trabajar con un mínimo de seguridad para “elevar el porcentaje de retirada tan deseado”, sin ver en riesgo su integridad física.

Preguntado por este aspecto, el concejal de Seguridade e Mobilidade, Gonzalo Muíños, señaló que no le constaba ningún tipo de problemas de este tipo, y que según su información el comportamiento era por lo general “exquisito”.

Es más, afirmó que los trabajadores habían recibido un comunicado de la gerencia dándoles instrucciones para el caso de que surgiera algún tipo de conflicto con el propietario de un vehículo.

En él se les instaba a que si en el transcurso de su trabajo se producía algún tipo de discusión o conato de enfrentamiento, que se ausentaran del lugar sin realizar la retirada, y procedieran a dar parte del mismo a la Policía Local para que ellos se encargaran de resolver la situación.

Además, destacó que le extrañaban las afirmaciones, dado el bajo número de vehículos que se retiran de la calle en Santiago por parte de la grúa, “entre nove ou dez ao día”, señaló, “e temos que ter en conta que son cinco vehículos grúa” los que forman actualmente el parque municipal. Para que resultase rentable para las arcas municipales, señaló, sería necesario superar los veinte diarios.

Por todo ello, consideró injustificadas las acusaciones por parte de los trabajadores, que achacó a algún tipo de negociación colectiva, y no a que exista un clima que pueda poner en riesgo su integridad, que recordó que podían denunciar ante la Policía Local en el caso de producirse algún tipo de incidente.

En un reciente pleno el alcalde, Sánchez Bugallo, echó en cara a CA que según sus cálculos, la remunicipalización del servicio de grúa y ORA supondría un superávit de trescientos mil euros al año para las arcas municipales. Sin embargo, el déficit lo cifró en 800.000.