Este lunes arranca su mercado de dulces de monasterio // Ofrece más de doscientas especialidades// Entre las novedades de este año están los turrones de torrezno que llegan de Soria // Hay un rincón con productos sin azúcar y sin gluten TEXTO M. Boo

La Hospedería de San Martín Pinario endulza la Navidad

Manuel Boo
La Hospedería de San Martín Pinario tiene todo liato para el mercado de dulces de monasterio.

La Hospedería de San Martín Pinario vuelva a vestirse de Navidad desde este lunes con su mercado de dulces de monasterio que ofrece una atractiva propuesta con más de 200 especialidades de productos de repostería elaborados en una veintena de monasterios y conventos españoles, de los que cuatro son gallegos.

Con paciencia y buenos productos, los obradores religiosos tienen un reconocido prestigio en el mundo de una repostería que ahora acerca a Santiago todo tipo de turrones mazapanes, yemas, chocolates, mermeladas, polvorones, roscos y panetones... y un rincón sin azúcar y sin gluten.

La gran novedad este año llega de Soria. Bajo la denominación de El Beato se exponen una variedad de chocolates. De los que son con leche los hay con canela, con fresa, con piña, con naranja confitada y con arándanos; del negro los hay con vino tinto, con mango y con cayena; y el blanco se completa con caramelo de violeta, con arroz con leche o con cereza y frambuesa. Pero si algo llama la atención es su chocolate con torrezno de Soria. Y aún más, su turrón con torrezno tanto blanco, negro o con leche y con frambuesa, o con pistacho o con almendra.

Las Jerónimas Constantinas de Sevilla aportan a este mercado de San Martín Pinario una gran variedad de turrones: de yema tostada, de mazapán a la naranja, de chocolate negro y almendras, de chocolate negro con naranja y almendras, de chocolate con leche y nueces, de trufa negra al cointreau, de chocolate con leche al whisky, blanco con almendras y el turrón músico, a los que suma la torta imperial, pan de Cádiz, roscos de almendras y vino, figuritas de mazapán, alfajores, bolas de coco, naranja confitada cubierta de chocolate, barra de chocolate negro con frutos secos, rocas de chocolate blanco y negro y hasta aceite de oliva, y vinagres de ajo, de menta y picante de guindillas.

Una de las novedades son los higos en almíbar de las Jerónimas de Santa Paula, de Sevilla, que ofrecen también higos confitados, cabello de ángel en tarro de cristal y gelatinas de jazmín y azahar. Se podrán encontrar en este mercado navideño las garrapiñadas, yemas, pastas de almendrados, amarguillos y avellanitos de las benedictinas del Monasterio de la Asunción de Alba de Tormes y las famosas tejas y los palitos de almendra de las Clarisas de Nuestra Señora del Espino, en Vivar del Cid.

Después de la grandísima aceptación del pasado año, las Agustinas de San Leandro repìten con unas yemas exquisitas que son posiblemente el dulce más famoso de los conventos de Sevilla. Magdalenas, mantecadas, paciencias, rosquillas y bollos de almendra llegan de la mano de las Dominicas de Nuestra Señora de la Piedad, de Palencia, mientras que las monjas cistercienses de Santa María de la Caridad de Tulebras (Navarra) aportan su aceite de oliva y la miel con jalea real, al tiempo que sus vecinos cistercienses de la Oliva de Carcastillo ofrecen vino dulce de misa y aceite de oliva.

MERMELADAS PECULIARES. La amplia variedad de mermeladas llega de la mano de Santa María de la Huerta (Soria) que las elabora de fresa, naranja, frambuesa, mora, melocotón, albaricoque, kiwi, pera, cereza, manzana, limón o tomate, a los que suma sabores tan especiales y peculiares como mandarina al ron, naranja con chocolate, albaricoque y cominos (ideal para acompañar quesos), café, frambuesa y pera con piñones, cereza con aguardiente de orujo, manzana al caramelo, limones y manzana, tomate ligeramente picante, o fresa a la pimienta negra.

San Pedro de Cardeña sigue acercando a la capital compostelana sus chocolates con leche, con naranja, negro con café, puro con pasas al ron, puro con aceite, con leche y almendras, negro 70% cacao, negro 80% cacao, negro 70% cacao a la canela, blanco o blanco con yogur, a los que en esta ocasión añaden su cerveza trapense elaborada según una antigua receta.

Las Adoratrices de Berga (Barcelona) están presentes con sus almendras reales, angelitos de chocolate negro y blanco, palitos de naranja, sus higos con coñac, además de un atractivo estuche con cuatro frascos de miel de castaña, eucalipto, romero y naranja y unos riquísimos caramelos de toffe. Cuenta además con una oferta de dulces sin azúcar como sus turrones de chocolate con nueces, almendras o avellanas y dos sabrosas mermeladas de melocotón y fresa.

De Nuestra Señora de Vico se pueden encontrar aleluyas sin azúcar, erizos de chocolate, nogalitos y las alegrías de santa Hildegarda elaboradas según la receta del siglo XII con un combinado de especias que elevan el ánimo de quien las come. También están presentes las Clarisas Descalzas de Marchena (Sevilla) con tejas, cocadas, roscos de huevo, corazones de almendra, yemas, mazapán de pez, anguilas de mazapán, galletas de Navidad, frutas de almendra, mantecados, polvorones, panellets, pestiños, empanadillas de cabello de ángel y cajas de dulces surtidosSe suman a esta gran oferta las dominicas de Santa María la Real de Bormujos (Sevilla), que traen al mercado de la hospedería santiaguesa directamente desde sus obradores amarguillos, nevados Santa María la Real, yemas Santa María la Real, mazapán especial, tortas navideñas y tortas de polvorón.

Por parte gallega acuden a este mercado las benedictinas de San Vicente de Trasmañó (Redondela) con unas deliciosas pastas de nata y sus bolas, que son como unas galletas con un toque de limón. El monasterio de Oseira no podía faltar con su licor de hierbas, licor café, licor de cacao o su famosísimo eucaliptine tanto de eucalipto como de plantas medicinales. Y con sus especialidades en cosmética los cistercienses de Armenteira aportan jabones, aceite de camelia, aceite rosa mosqueta o bálsamo labial.

PANETONES GALLEGOS. Y uno de los grandes éxitos del último mercado de San Martín regresa de la mano de las Clarisas de San José Vilar de Astres (Ourense), con un panetone que se agota enseguida, aunque también hacen las delicias de cualquier paladar con la receta de sus galletas de nata, que tiene cientos de años y un toque secreto. Además, entre sus especialidades están las diamanitas, amoriños y bastoncitos de San José.

Este mercado de Dulces de Monasterio cuenta esta año además con una granb variedad de mieles de lavanda, mil flores, tomillo, azahar, castaño, roble, encina, brezo o romero y un surtido espectacular de caramelos artesanos con miel y limón, miel y romero, naranja, frambuesa, limón o cereza que cuentan también con una versión sin azúcar.

La despensa de San Martín Pinario se complementa con 25 especias y 17 infusiones inspiradas en la antigua huerta de la botica del monasterio. Y no faltan los adornos navideños, tanto para el árbol como para decoración como los soldaditos de El Cascanueces, y, por supuesto, un abanico amplio de belenes, las figuras para el nacimiento y hasta artículos ideales para regalo como bisutería.