La nueva fibra óptica llegará a más casas y con menos cables

Santiago. La deficiencias de conectividad que sufren muchos vecinos del casco histórico están cerca de llegar a su fin. La Xunta de Goberno local, en su reunión semanal aplazada al martes tras el festivo, ha otorgado la licencia para la primera fase del despliegue de la fibra óptica. Dicha fase corresponde al tramo entre la rúa do Franco y la rúa do Vilar, entre los números que van desde el 34 al 84.

Las obras serán realizadas por la empresa Orange Spain Comunicaciones Fijas S.L., y contarán con un presupuesto de ejecución material de 39.946,95 euros, según ha informado el Concello compostelano. Según el consistorio, la nueva documentación presentada por la empresa, sobre la que se otorga la licencia, aporta una serie de mejoras respecto a la anterior de junio. Entre las modificaciones que señalan destaca el cambio en el ámbito de intervención, de manera que la red se extiende también desde la rúa do Franco, hasta parte de la rúa do Vilar (entre los números 34 y 84), con el fin de resolver patios o bloques completos.

Esta ampliación permite eliminar prácticamente la totalidad del tendido de fibra inicialmente previsto en el lado impar de la rúa do Franco, ya que la mayoría de los edificios en los números impares tienen el portal de acceso a las viviendas de la rúa do Vilar. También amplía la penetración prevista de la instalación, la cual está diseñada para cubrir al 100 % de los usuarios e incorpora un nuevo diseño de la red de distribución que utiliza Cajas Ópticas Terminales con divisor (CTO) con capacidad para cuatro puertos. Estas instalaciones sustituyen en el proyecto a las previstas inicialmente, de dos puertos. Con este avance, Raxoi destaca que se reduce el número total de cajas necesarias, así como el número total de cables y de fusiones, ya que la terminación de puertos en la caja incorpora la conectividad necesaria. Pese a que será la empresa Orange la encargada de poner sobre el terreno la instalación necesaria, la red podrá ser utilizada por el resto de compañías de telecomunicación.

Así, los afectados ven por fin una salida a años de conexión lenta o de ausencia de la misma. Un problema que, además de a vecinos y a turistas, ha perjudicado a la mayor parte de los comerciantes del casco histórico. ECG