Los okupas dejan destrozada una casa de Belvís y se llevan hasta el calentador

Abandonan la vivienda después de un año y la propietaria cuantifica los daños en 10.000 euros // Dejaron en el inmueble una moto robada
Okupas
Martin Fernández
Se llevaron, entre otros objetos, el calentador (izq) y la vajilla que había en la casa. Fotos: ECG

Los okupas que se habían instalado hace casi un año en la vivienda situada en el número 1 de la rúa de Belvís abandonaron el inmueble. Y lo hicieron tal y como entraron: sin avisar, puesto que no se llevó a cabo un desalojo. “Nos informaron los vecinos. Una noche, después de que se escucharan gritos en el interior de la casa, desaparecieron”, comenta la propietaria de la vivienda, quien antes de acceder a la casa acudió al juzgado para que le autorizasen entrar en el domicilio. Y una vez dentro se encontró con innumerables destrozos en el interior y la vivienda totalmente desvalijada: “Dejaron todo destrozado, y se llevaron dormitorios completos, la nevera, el calentador, lámparas, vajillas... Todo aquello que podía tener algo de valor. Había muebles muy valiosos y reponer todo podría suponer un desembolso de en torno a 10.000 euros. Además, había ropa que no era nuestra por todos lados y se dejaron una moto que habían robado hace unos días”, relata la dueña de la casa, foco, juntos a otras viviendas okupadas en la zona, de continuos incidentes en el barrio de Belvís durante los últimos meses.

Tanto es así que más de 60 vecinos residentes en la zona han formado una asociación para poder resolver una problemática que se ha instalado en esta zona de la ciudad: la okupación de varias viviendas. “Peleas, broncas, gritos, venta de droga... El barrio parece el Bronx”. Así describen los residentes en este punto de la ciudad “el auténtico infierno” en el que se ha convertido esta zona. Están hartos y desesperados por el clima de inseguridad que se respira como consecuencia del comportamiento de un grupo de personas que han ocupado distintas viviendas. La dueña de la vivienda situada en el número 1 destaca que interpuso la denuncia por okupación el 22 de octubre de 2019, hace casi un año. Es por ello que lamenta la lentitud que marca este tipo de procesos judiciales, y se queja de que “la ley protege a los okupas”. “Una vez, poco después de que entraran en la casa, me acerqué, y la propia Policía me mandó salir. Nos dijo que si íbamos mucho por allí nos podrían denunciar por acoso. Es increíble... Te ocupan la vivienda y aún por encima tienes que pedir permiso para entrar en tu propia casa”, indica la propietaria, un tanto sorprendida por el hecho de que los okupas decidiesen dejar la propiedad: “Supongo que ya no tenían nada más que robar”.

No obstante, pese a que las personas que habían okupado esta vivienda ya se han ido, los vecinos subrayan que todavía continúa la sensación de inseguridad que se ha instalado en el barrio de Belvís hace varios meses. En este sentido, apuntan especialmente a un grupo de personas que han okupado el inmueble situado en el número 32 de la rúa de Belvís, puesto que mantienen “atemorizados” a los residentes en esta calle. “Los incidentes en torno a esta casa se suceden; se pelean entre ellos, los gritos son la tónica habitual y, en ocasiones, ponen música a todo volumen durante la madrugada”, subrayan en el vecindario, que añaden que el hecho de que la Policía haya incrementado la vigilancia en la zona ha suavizado el nivel de los incidentes. “En el barrio viven personas mayores, y ya intentan salir lo menos posible de casa para no verse envueltos en los constantes incidentes que se registran en el barrio”, inciden los vecinos.