La personal voz de la artista gallega y el elegante sonido orquestal dieron forma a un ‘cóctel’ único e irrepetible con la Catedral como telón de fondo // El recital arrancó con ‘Lo eres todo’ para dar paso a los temas más célebres TEXTO Iago Salgado

Luz Casal y la Filharmonía bordan un concierto mágico

Fiestas del Apóstol
Iago Salgado

Único. Es la palabra que podría describir mejor el concierto de Luz Casal junto a la Real Filharmonía de Galicia que tuvo lugar ayer en el Obradoiro. Poco antes del anochecer la boimortense hacía su aparición junto a los miembros de su banda y a los 53 músicos que forman parte de la orquesta. Las 1.200 personas afortunadas que pudieron asistir al singular recital aguardaban expectantes y, tras un gesto del director Paul Daniel, comenzó la magia de la mano de Lo eres todo.

Sonaron en el Obradoiro, con el telón de fondo de la Catedral en su máximo esplendor, algunos de los temas más conocidos de la artista como Cenizas o Te dejé marchar, que contaban con arreglos de César Guerrero hechos expresamente para la ocasión.

Durante la función se pudo ver a una Luz Casal visiblemente emocionada por todo lo que significó el concierto para ella. Era su vuelta a los escenarios tras la pandemia y, a la vez, el punto de inicio de su nueva gira antes de la publicación de su próximo álbum, prevista para 2022. La conmoción tuvo su punto álgido durante la interpretación de Negra sombra, uno de los temas más conocidos de la cantante procedente de un desolador poema de Rosalía de Castro en torno a la figura de la muerte, que cobró si cabe más protagonismo con la pandemia y todas sus víctimas en el recuerdo. Luz Casal la interpretó conmovida, mientras miraba al cielo en repetidas ocasiones, pensativa.

Al final del recital, el público estalló en un largo aplauso en agradecimiento a los más de sesenta músicos que se encontraban en el escenario y que brindaron lo que muy probablemente fue un pase irrepetible. Ya durante la mañana, tal y como adelantó la edición digital de este diario, fueron muchos los aficionados, curiosos y turistas que en ese momento confluían en el Obradoiro y que se quedaron observando uno de los ensayos del concierto.

Durante todo el recital Luz Casal se mostró en todo momento muy participativa con el público y muy agradecida con la Real Filharmonía en general y con su director, Paul Daniel, en particular. Juntos devolvieron al Obradoiro la música que nunca debió perder por la pandemia.

Todos los allí presentes y cualquiera de las personas conectadas vía streaming pudieron presenciar un hecho casi histórico para el que estaban muy altas las expectativas. De hecho, las entradas se agotaron en pocas horas. Tanto el momento como el escenario y la música fueron únicos e irrepetibles. De sobresaliente.