Manifestación de la hostelería en una ciudad desolada tras el toque de queda

Parte a las 11.00 horas del Obradoiro y recorrerá a pie la distancia que hay hasta la Xunta // Ciudad ‘muerta’ a partir de las siete de la tarde, con locales cerrados
Hostelería-covid19
ECG Redacción
Cero ambiente en una de las tradicionales calles ‘de vinos’ de Santiago. Foto: A. Hernández

Segunda manifestación del sector hostelero de Compostela en menos de un mes: un hecho insólito, como reconocía ayer el secretario de la Asociación de Bares, Pubs y Discotecas, Martín Zarauza. “Esto es insostenible”, “No nos dejan trabajar”, “Hemos llegado al límite”, “Cada día estamos más hundidos” o “Es un cierre encubierto” son algunas de las frases pronunciadas la última semana por los hosteleros de Compostela.

Hoy a las 11.00 horas están convocados desde los propietarios de los negocios de hostelería hasta sus trabajadores, pasando por distribuidores y clientes. Además, Hostelería Compostela hace un llamamiento a toda la ciudadanía para que se unan a sus demandas: “Chamamos á empatía e participación de toda a cidadanía, ao pobo de Compostela que desfruta e vive momentos inesquecibeis nas nosas (as vosas) casas, e a todas e todos os que formamos parte deste marabilloso e máxico sector, sen o cal non se concibe unha sociedade e un país”, exclaman.

La manifestación que, a diferencia con la primera, será a pie irá hasta a las dependencias de la Xunta. Hasta allí llevarán dos reclamaciones: “Inmediata apertura do sector. Queremos que nos deixen traballar e unha indemnización polo feche imposto”. El sector considera que se les ha criminalizado sin razones sanitarias detrás y citan reiteradamente los datos del último informe de Sanidad: los contagios en hostelería representan el 3,5 % del total.

Las restricciones horarias y de aforo, primero, y las prohibiciones al consumo en interior de cafeterías y bares, después, han sido las gotas que han colmado el vaso para unos trabajadores que temen una oleada de cierres. “Antes este desolador panorama, solicitamos e esiximos á Xunta de Galicia solucións reais para salvar o sector, evitando a ruína”, explica en el texto de convocatoria.

EL AMBIENTE. Con muchos universitarios con clases a distancia, sin poder quedar con personas no convivientes y con el contador del turismo a cero la vida en Santiago se apaga a partir de la media tarde. Antes del toque de queda, la actividad en la ciudad ya había cambiado mucho debido a las restricciones a la hostelería y a la lluvia que impedía disfrutar de las pocas terrazas que siguen en pie. Pero, tras la entrada en vigor del toque de queda, muchos ya no se animan a bajar a última hora de la tarde y son varios los locales que echan antes el cierre ante la caída en picado de los comensales para cenar.

Las imágenes corresponden a la franja horaria entre las siete y las ocho y media de la tarde. En el casco viejo, la plaza del Obradoiro y de la Quintana lucían completamente desiertas sin el trasiego habitual de peregrinos que llegan a Compostela en cualquier época del año. La poca luz que había en las calles provenía del interior de los negocios a punto de bajar la persiana. Y los viandantes se limitaban a algunos de los estudiantes que salían de las facultades cercanas.

Buena muestra de la situación que vive la hostelería la ofrece la fotografía del bar Charra, en A Raíña. Sobre su puerta se puede ver un cartel de Prohibido entrar que alerta de la restricción que obligó a las cafeterías a cerrar su interior. Fuera, pese a tener terraza, a última hora de la tarde ya habían decidido recogerla ante la lluvia que espantaba a la clientela.