Medio siglo sin el eminente cardenal Quiroga Palacios

Uxío Santamaría
El cardenal Quiroga Palacios llegó a la ciudad de Santiago el 11 de diciembre de 1949

El Instituto Teológico Compostelano, emplazado en el monasterio de San Martín Pinario, acoge esta tarde, a partir de las 20.00 horas, un acto de conmemoración del cincuenta aniversario de la muerte del cardenal Fernando Quiroga Palacios. Estará presidido por el arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio, y constará de una conferencia que será impartida por José Luís Mínguez Goyanes y que lleva por título Quiroga Palacios: 50 años después.

El recordado prelado, natural de Maceda (Ourense), fue nombrado arzobispo de Santiago el 4 de junio de 1949 y el 11 de diciembre del mismo año hizo su entrada oficial en la ciudad. El 12 de enero de 1953 fue creado cardenal por el papa Pío XII, según recoge la Real Academia de la Historia. En el año 1954 celebró el Año Santo Jacobeo y en diciembre del mismo año dejó por unos días la archidiócesis para presidir como legado pontificio de Su Santidad el Congreso Mariano que se celebró en Manila (Filipinas).

El 1 de marzo de 1953 colocó la primera piedra del Seminario Menor, consiguiendo en solo cuatro años la finalización de un edificio de tal magnitud que fue inaugurado en octubre de 1957 y fue considerado como uno de los mejores seminarios menores de España, con capacidad para 560 alumnos. De 1955 a 1960 organizó las misiones parroquiales en toda la Diócesis, que fueron predicadas por zonas, misionando a la vez todas las parroquias.

En el mes de octubre de 1963 dio comienzo a las obras de restauración del Seminario Mayor. Asimismo, fue presidente de la Comisión Episcopal de Caridad y Asistencia Social; y el 6 de noviembre de 1960 fue nombrado por el papa Juan XXIII miembro de la Comisión Central Preparatoria para el Concilio Ecuménico Vaticano II. Unos días más tarde, el pontífice también no designó miembro de la Comisión Técnico‑Organizativa. En octubre de 1962 fue elegido por los padres conciliares para la Comisión Conciliar de Iglesias Orientales, en la que fue vicepresidente primero. Formó parte, asimismo, de la Comisión Pontificia para la Revisión del Código de Derecho Canónico.

Intervino activamente en las Conferencias de Metropolitanos Españoles y desde 1966 fue el primer presidente de la Conferencia Episcopal Española, recién creada. Mantuvo una excelente relación con los papas Pío XII, Juan XXIII y Pablo VI.

Falleció en Madrid el 7 de diciembre de 1971 y sus restos fueron trasladados a Santiago. Está enterrado en la Catedral compostelana, en un punto situado justo tras el Pórtico de la Gloria.