“Nadie va a dejar de visitar Santiago si se implementa una tasa turística”

Gumersindo Guinarte, concejal de Turismo, afirma que el principal objetivo
es poder destinar más recursos para la mejora de los servicios municipales
Alberto Fontán
turismo. El concejal de Turismo, Gumersindo Guinarte, frente a la principal atracción de la ciudad. Foto: Fernando Blanco

A finales del año 2021 se aprobó en el pleno de Santiago una propuesta presentada por la agrupación Compostela Aberta con el objetivo de instar a la Xunta de Galicia a la creación o aplicación de una tasa turística, ya que es competencia de la administración autonómica. Dicha petición salió adelante gracias a los votos a favor de todos los grupos salvo del Partido Popular, que se abstuvo.

Para ellos, en palabras de su portavoz, Alejandro Sánchez-Brunete, “éste es un debate interesante, pero requiere un estudio sosegado”. Por ello vemos que esta es una medida que suscita diferentes opiniones, tanto en el plano institucional como en el plano social o empresarial.

En primer lugar, si explicamos qué es la tasa turística, podemos decir que es un impuesto que se aplica al precio de las estancias en establecimientos turísticos, como hoteles, apartamentos, campings... Actualmente en España solo se aplica en Cataluña y en las Islas Baleares, y los ayuntamientos pueden acogerse a esta medida o no, según su propia decisión. El caso más conocido es el de Barcelona, donde se aplica esta tasa desde hace ya algunos años.

En el caso de Santiago éste es un debate que se lleva dando ya desde antes del 2019, cuando se llegó al máximo de visitantes recibidos por la ciudad, superando al año santo de 2010, con 1.466.282 turistas, según los datos del INE. Por aquel entonces la demanda de Compostela Aberta advertía de lo que iba a suponer para la ciudad, en términos turísticos, el Xacobeo 2021. Estaba acompañada de las palabras del recordado catedrático en Economía Aplicada Luis Caramés: “Sería unha medida apropiada, sempre que se faga dunha maneira proporcionada, tendo en conta as diferentes temporadas e tipos de aloxamento e utilizando ademáis tipos moderados”.

Para el concejal de Turismo de la capital gallega Gumersindo Guinarte, “esta no es una medida restrictiva, ni prohibitiva: nadie va a dejar de visitar la ciudad en caso de implementar esta tasa”. En sus palabras, “se trata de poner encima de la mesa el debate turistas contra residentes”. “El objetivo de esta tasa es poder destinar más recursos a la mejora de los servicios municipales, como seguridad, limpieza, información, etc”, sostiene el edil.

BARCELONA. En España, solo encontramos la tasa turística en dos comunidades autónomas, casos de Baleares y Cataluña. Si bien en Baleres se instauró una ecotasa similar durante 2002 y 2003, no implantaron la tasa turística hasta 2016, por lo que se considera como los pioneros de la misma en el país a los catalanes, con su puesta en marcha en 2012. Cataluña cuenta con una tasa distinta para la ciudad de Barcelona, en la que este impuesto asciende a 2,25 euros por persona y por noche en hoteles de cinco estrellas, y a 1,10 euros en el caso de los alojamientos de cuatro, tres y dos estrellas. Por otra parte, en los apartamentos turísticos se paga una única tasa, por persona y noche de unos 2,25 euros.