Pandemias y otras calamidades

Firmas
Fernando Ponte Hernando
Los profesores Juan José Badiola y Fernando Ponte (a la derecha)

Si la historia de la medicina fuese un ecosistema, podríamos afirmar, sin temor a equivocarnos, que existe una especie invasora, peor que el cangrejo de río americano o la avispa velutina. Se trata de los médicos jubilados que, ni cortos ni perezosos, tras dedicar su vida a la anestesiología, la traumatología o la medicina interna, a la jubilación entran, con furia visigoda, en este campo. Como si fuese una cuestión baladí para la que no hiciera falta más que buena intención y el conocimiento de unos cuantos chascarrillos y anécdotas, acumulados en años de servicio. El que para ejercerla profesionalmente haya que pasar el exigente filtro del Ministerio, a través de la ANECA o las agencias autonómicas, igual que para ser profesor de cualquier otra área médica o no; no parece tenerse en cuenta. Aparecen libros poco rigurosos, que, al contrario que los artículos científicos, nadie evalúa, ni controla su rigor y calidad. Sin contexto bien establecido, crasos errores en fechas y datos, con una bibliografía pobre, sesgada y de poco nivel, y de los que se extraen conclusiones pintorescas y nada científicas.

He de confesarles que cuando tuve noticia de la aparición del nuevo libro de mi respetado y querido amigo el profesor Gestal Otero, titulado Pandemias: las epidemias que asolaron a la humanidad, editado exquisitamente por Bolanda, que dirige, con maestría Antonio Couto, lo primero que se me vino a la cabeza fue una reflexión del tipo: ¡ya estamos otra vez!

RECONOZCO que me alegro de no haber acertado. Todo lo contrario. Esta amplia y voluminosa obra que roza las 600 páginas, no sólo es un magnífico libro de historia de la medicina, sino mucho más que eso. Se trata de un trabajo que pone en valor la misma. Tiene un prólogo, claro, preciso y breve, lo que siempre se agradece, del profesor José María Martín-Moreno catedrático de Medicina preventiva y Salud pública de Valencia, quince capítulos sobre el tema, desde la más remota antigüedad hasta nuestros días, y un epílogo dedicado a la figura del autor.

Y digo que pone en valOR la historia de la medicina, porque la expurga de esa sensación de ser un conocimiento erudito de ratas de archivo y biblioteca, y muestra palmariamente su actualidad y su utilidad para el médico en ejercicio e incluso su proyección de futuro, como aviso de navegantes.

Es de fácil lectura sin perder en ningún momento un estricto rigor científico. Trata con amenidad una gran diversidad de temas como las pandemias y epidemias en el cine y la literatura, y naturalmente todo tipo de estas enfermedades que han azotado, siguen haciéndolo y lo harán, en un futuro, a la humanidad doliente.

Cuestiones como las endemopandemias, aquellas pandemias que estuvieron entre nosotros, permanentemente, durante siglos, como la tuberculosis, la viruela, la peste y otras muchas, el cólera, la gripe, la sífilis, la poliomielitis y demás, que si hoy no representan un grave problema en el primer mundo, si lo fueron en otros momentos.

No se queda ahí, recuerda problemas como el SIDA y su asombrosa aparición y difusión en los años 90 del siglo XX, con sus 30 millones de muertos, convertida hoy en una enfermedad crónica tratable y ya curable. Así como diversas enfermedades que pudieron generar graves pandemias y no lo han hecho, al menos de momento, gracias a la eficaz intervención científica, como la gripe A, el ébola o la encefalitis espongiforme bovina o “enfermedad de las vacas locas”. Gestionada eficazmente por ese sabio catedrático de veterinaria, ex rector de la Universidad de Zaragoza, que es el buen amigo Juan José Badiola. No acabo de ver porqué las múltiples apariciones de Badiola en esta crisis han sido con la etiqueta, tipo cajón de sastre, de epidemiólogo.

En el apartado que he llamado antes de proyección histórica a futuro. Juan Gestal acomete el análisis de cuestiones como las epidemias de SARS (Síndrome respiratorio agudo grave) y MERS (Síndrome respiratorio de Oriente Medio) también debidos a coronavirus como antesala de la COVID 19. También trata de las arbovirosis emergentes y reemergentes, la vuelta del paludismo, cuadros clínicos que aparecen una y otra vez, en función de que se den o no diferentes variables, sanitarias, sociales, económicas, poblacionales y un largo etcétera.

Como no podía ser de otra manera el capítulo más largo está dedicado al problema que nos azota y su título no puede ser más oportuno: La pandemia de la COVID 19: el mundo en shock.

Todos estos temas y algunos más los trata con rigor y amenidad, exponiendo medidas preventivas y de protección, modo de evitarlos o atenuar sus efectos; las causas y su análisis, afectación de las diversas edades y tipos de poblaciones con gráficas y cuadros explicativos de los diversos fenómenos.

Hace referencia a multitud de protagonistas científicos o simplemente famosos que fueron afectados por las diversas enfermedades o jugaron un papel determinante, políticos, emprendedores etc. en la solución o atenuación de los problemas. Vemos pasar por sus páginas a Albert Camus, Lady Montagu o Felipe I el hermoso, entre otros, lo que hace más agradable la lectura, si cabe.

Las campañas instauradas para combatir las diversas pandemias también están recogidas en la obra, singularmente hazañas prodigiosas como la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna, de la que últimamente se viene hablando mucho, menos mal, pero a veces con ligereza y desconocimiento o, al menos, falta de la precisión adecuada.

Cadenas epidemiológicas, medidas de protección, vacunas y demás medidas eficaces de lucha y prevención también están magníficamente explicadas por el profesor Gestal, como no podía ser de otra manera, dada su autoridad y experiencia en la materia de muchas décadas.

En resumen se trata de un libro que yo definiría de Epidemiología histórica, con una utilidad práctica actual y para un futuro próximo, realmente importante y destacada, recomendable para un público culto interesado, e imprescindible para todo tipo de profesionales de la sanidad.