¿Peregrinos ‘low cost’? Cada uno gasta al día entre 40 y 70 euros

El impacto económico que generan es más del doble que el de los visitantes convencionales, porque centran su desembolso en alimentos y alojamiento
samantha trucios/E. PressSantiago
el robot ‘santi’, que lleva incorporada una cámara de visión de 360º, caminando hacia Compostela. Foto: E. C

Si algo es cierto es que el Camino no para de aportar beneficios a la ciudad de Santiago. Así se demuestra en la ciudad compostelana día tras día, en la que, incluso, el dinero sabe diferente cuando proviene de un peregrino. Según un estudio elaborado por el Turismo de Galicia, un euro de uno de estos viajeros se multiplica por más de dos en comparación con el impacto que genera en la economía gallega un turista convencional. Es decir, el peso del Camino equivale a un 2,3% en el gasto turístico de la comunidad.

El jefe del Área de Estudios e Investigación de Turismo de Galicia, Jaime Leirós, ha señalado en declaraciones a Europa Press que esto es así “ya que al no usar medios de transporte, centran su gasto en restauración y alojamiento, dos negocios que tienen más arrastre sobre otros sectores de la economía”. Así concluye también el estudio publicado en 2017 que aborda el impacto socioeconómico de la Ruta Jacobea y, del que se extraen afirmaciones como que el gasto en comida y bebida se lleva el 61% del gasto del peregrino. Según este documento, cada euro del peregrino genera hasta un 18% más de empleo en la comunidad y un 11% más de riqueza en comparación con el turista regular, que desembolsan casi una cuarta parte de su presupuesto al transporte, un gasto “con bajo efecto multiplicador” a escala local. La media diaria de gasto de cada peregrino oscila entre los 40 y los 70 euros, aunque todo depende de la manera en que se quiera vivir una experiencia que se adapta como pocas a las posibilidades económicas del viajero.

DEL ‘LOW COST’ AL ALTO ‘STANDING’. Gracias al crecimiento exponencial del Camino, las posibilidades de alojamiento en las rutas a Santiago, sobre todo en el Camino Francés, son muy variadas. Por ello, no sorprende que se haya pasado rápidamente del clásico albergue de literas a 10 euros la noche, a otras opciones de mayor confort, de entre 30 y 70 euros, como hostales y hoteles con habitaciones individuales, hasta alcanzar cifras de 300 euros la estancia. Así lo demuestra el estudio del 2017, que establece que el mayor volumen de pernoctaciones se da en los albergues privados con cerca de 700.000 noches, casi el doble que en los hoteles (390.000) y unas cinco veces más que en los albergues públicos. Todo esto es, por supuesto, en función de la tipología del peregrino. Así, en el informe se constata hasta 6 tipos diferentes, en función de cómo viven la experiencia, incluyendo factores como la edad, motivación, gasto o procedencia. Así, cada perfil se inclina por un tipo de alojamiento diferente. De hecho, hay quienes optan por acudir a las agencias, optando por packs vacacionales “a medida, sin tener que preocuparse por hacer reservas.