“Recuperar el sabor espiritual de la vida nos enriquece como sociedad”

El Camino Interior
Álvaro Sánchez León
Desde la cima pétrea del fin de la tierra, meditación de dos figuras.

Como experto en el Camino de Santiago y veterano de los medios audiovisuales: ¿Qué es El Camino Interior?

Una de las series más ambiciosas de la historia de la televisión acerca del Camino de Santiago. Cuenta con unos invitados excepcionales que representan muy bien todo el panorama cultural y social de este momento. Para mí ha sido un honor participar, porque me ha ayudado a conocer mejor el espíritu del Camino, a descubrir nuevos secretos, y a ponerme de nuevo en ruta en conexión con una amplia historia de la humanidad.

¿Cuál es su relación personal con el Camino y cuáles son sus recomendaciones?

A lo largo de mi vida he hecho diferentes etapas, pero nunca he completado el Camino, de momento. Para mí, se trata de un itinerario de búsqueda que anima a desentrañar los secretos de la vida. El Camino de Santiago es una fuente de sabiduría.

Es periodista, y también ha estudiado Psicología y Antropología. ¿Hasta qué punto la sociedad necesita volver a empezar de otra manera tras la pandemia?

Todos necesitamos oportunidades en la vida para pararnos y la pandemia nos ha frenado en seco a todos en todo el mundo. Urge que entre todos los seres humanos seamos capaces de construir un universo más tranquilo, acorde a nuestra naturaleza. El Camino es un espacio que genera esas oportunidades de pausa, reflexión y reconstrucción.

¿La esfera espiritual de la sociedad tiene cancha en los medios?

Los medios le dan muy poca cancha a la esfera espiritual de la sociedad, pero cada día más. Como altavoces de la vida real en las calles, los medios de comunicación también están descubriendo que recuperar el sabor espiritual de la vida nos enriquece como personas y como sociedad.

¿Y el Camino de Santiago es un buen escenario para hacer esa reflexión personal?

Absolutamente. El Camino de Santiago es una síntesis de todos los factores que nos ayudan a rehacernos. Sus etapas están llenas de claves que, aunque no se entiendan del todo, nos invitan a trascender. Su impronta energética nos marca en cada paso, sea cual sea el objetivo que nos trajo a sus caminos. Del Camino de Santiago siempre se vuelve cambiado.

¿Cuáles son los valores del Camino de Santiago que más urge redescubrir?

La constancia, la capacidad de atención, la esperanza y, sobre todo, la absoluta certeza de que hay algo más allá de esta vida que nos espera con los brazos abiertos.

Esta serie pone de manifiesto su interés por entrar en el fondo de las personas y abordar la inquietud espiritual. ¿Eso tiene audiencia en una televisión como la nuestra?

Debería. La sed de trascendencia es común a todas las sociedades y a todas las generaciones, y en esta serie está tratada con mucha seriedad.

¿Cuál ha sido su experiencia durante la grabación de la serie?

Muy reconfortante. Miguel Ángel Tobías y su equipo han hecho un trabajo excelente. Mi etapa ha sido, quizás, una de las más duras por las inclemencias del tiempo. Durante casi todo el día nos acompañó la lluvia y la oscuridad, y la oscuridad también es necesaria para que venga la luz. Para mí ha sido una experiencia intensa y casi mística. Creo que esta serie puede ayudar a la sociedad a recuperar algunos valores que ha perdido por el camino.

¿Qué podemos esperar de su paso por esta serie?

La apertura del alma con total honestidad.

Usted nació en Caracas. ¿Cree que el Camino de Santiago debe abrirse más a Latinoamérica? ¿Pueden estar en sus itinerarios también las respuestas culturales y sociales a su futuro?

Abrirse a Latinoamérica es una asignatura pendiente de un Camino hasta ahora muy centrado en el contexto europeo. Finisterre es un puente hacia América en todos los sentidos. Es un buen momento para que este recorrido interior y exterior por las raíces de una sana humanidad alargue sus tentáculos y cruce el Atlántico, porque su impronta hará bien a todo el mundo.