‘Riada’ de barro y agua en San Caetano al romperse una tubería

Control policial en Pontepedriña para vigilar que se cumplan las restricciones de movilidad // Más celebraciones en pisos
Gustavo López
Un bombero trabajando en la zona tras la rotura de la tubería. Fotos: Antonio Hernández

Los Bomberos tuvieron que acudir en la mañana de ayer, en torno a las once horas, a los garajes de los edificios de la Xunta en San Caetano tras la rotura de una tubería que provocó una importante acumulación de agua tanto en el interior del parquin como en la zona de la Praza de Camilo Díaz Baliño. Hasta la zona se trasladaron varios efectivos contraincendios de la capital gallega que tuvieron que realizar durante varios minutos labores de achique para retirar todo el agua que se acumuló en la zona.

Por otra parte, tal y como es habitual en las últimas jornadas, la Policía realizó un control en la zona de la rotonda de Pontepedriña para vigilar que se cumplen las restricciones de movilidad.

Desde hace varias semanas se han organizado dispositivos “dinámicos” de tráfico en las vías de comunicación con mayor tráfico, especialmente en las de entrada y salida a las cabeceras de las áreas metropolitanas. Igualmente, la Policía Local ha estado realizando controles para vigilar que se cumplen las restricciones, tanto de movilidad como de cumplimiento del toque de queda establecido.

De hecho, el parte de la Policía Local de la jornada del lunes recoge tres propuestas de sanción por “incumprimento de mobilidade horaria” y otras dos por “non cumprir o peche perimetral”. Asimismo, se tramitó una denuncia “por non facer uso da máscara”.

Igualmente, tal y como es habitual casi a diario, la relación de incidencias también incluye la celebración de una fiesta en un piso de la ciudad. En este caso, agentes de la Policía Local tuvieron que acudir, a las 05.55 de la madrugada de ayer, a un inmueble para neutralizar una celebración. En este sentido, la sucesión de fiestas en los pisos de la capital gallega ha sido una de las situaciones que más ha preocupado durante los últimos meses al gobierno local, que decidió endurecer las sanciones, y cuya cuantía aumenta en función del horario, con castigos de hasta 750 euros que pueden alcanzar los 1.500 en caso de reincidencia, según la nueva normativa en vigor.