Sá Carneiro sumó solo en enero los viajeros de Lavacolla de todo 2020

La terminal de Oporto sufrió el COVID como cualquier otra, aunque los dos primeros meses del año le sirvieron para confirmar su liderazgo en el noroeste peninsular, dejando Galicia muy atrás
Aeropuerto de Santiago-Rosalía de Castro
Arturo Reboyras
Terminal de pasajeros del aeropuerto Sá Carneiro de Oporto, en Portugal. Foto: Xavier Cea

Tras haber superado los trece millones de pasajeros en 2019, el aeropuerto de Oporto, principal competidor de las tres terminales gallegas, pero en especial de la de Rosalía de Castro, iniciaba 2020 con la esperanza de batir un nuevo récord, muy superior a la cifra máxima registrada por las tres infraestructuras de Galicia: en total, 5,2 millones de usuarios en 2019. Lo cierto es que el COVID truncó toda buena expectativa de las instalaciones lusas, al igual que cualquier previsión del sector de la aviación comercial. Todos los aeropuertos de Europa y la inmensa mayoría del mundo se desplomaron con los primeros latigazos de la pandemia.

Pero aún así los números del aeropuerto vecino de Oporto son sorprendentes en comparación con las terminales gallegas. Solo en enero del año pasado registró 884.064 pasajeros, es decir, casi los que consiguió contabilizar en todo el ejercicio Lavacolla, confinamiento de por medio; un total de 935.394, lo que representa una caída del 67,8 % con respecto al año anterior.

Pero tampoco fue un buen año para Sá Carneiro, que, a falta de conocerse los datos de diciembre, apenas superó los 4,1 millones de pasajeros, cuando planeaba superar su récord. En cuanto a su habitual demanda, se explica principalmente en base a su oferta: una parrilla de vuelos internaciones que no tiene nada que envidiar a los principales aeropuertos europeos: cuenta con 97 destinos regulares: 86 en Europa, tres en África, cuatro en América del Norte, tres en Latinoamérica y uno en Asia.

No obstante, los meses más duros de la primera ola de la pandemia también pasaron una factura alta a la terminal portuguesa: tras crecer un 10 % en febrero, en marzo de 2020 sufrió su primer bajón de un 56 %. Aún así, apuntó 428.744 viajeros. No tuvo la misma suerte en abril, que supo por primera vez de la crueldad del COVID: vio cómo se esfumaba de sus instalaciones el 99 % de sus usuarios, quedando con 2.575; lo mismo que le ocurrió en mayo (-99 %), y junio (-94 %). En julio, con el alivio de las restricciones y la reprogramación de las aerolíneas, sus cifras volvieron a subir. Ese mes sumó 371.047 pasajeros (-71 %); en agosto superó los 582.329 (-57 %); en septiembre, 443.112 (-65 %); en octubre, 326.273 (-72 %); y en noviembre, 162.595 (-82 %). El dato de diciembre aún no se sabe.

Los porcentajes de caída de Sá Carneiro son muy similares a los de Rosalía de Castro, solo que con cifras absolutas muy diferentes. Lavacolla también empezó bien 2020, con la intención de superar los tres millones de pasajeros por primera vez en su historia: en enero creció apenas un 0,4 %, hasta los 179.459 pasajeros; mientras que en febrero también experimentó una nueva subida, esta vez superior, hasta el 6,3 % (175.669 usuarios); pero con el decreto del estado de alarma y el confinamiento todo se vino abajo.

El 13 de marzo se anunciaron las primeras restricciones de movilidad, y ese mes el aeropuerto de la capital gallega registró su primer batacazo, con un bajón del 63 %. Pero para destacar, los datos de abril y mayo, cuando solo pasaron por las instalaciones compostelanas 829 y 139 viajeros, respectivamente, con descensos del 99,7 y el 99,9 por ciento.

Junio, cuando habitualmente se nota un aumento de la demanda por el inicio de la temporada de verano, también fue muy malo, con solo 10.750 usuarios (-96,1 %). Con el alivio de las limitaciones para viajar, en julio llegaron a sumarse 86.177 pasajeros (-71,5 por ciento); mientras que agosto fue el único mes de pandemia en que Lavacolla alcanzó los seis dígitos: 147.639 pasajeros (-50,1 %). En septiembre, los números bajaron hasta 94.965 (-66,3 %); y en octubre se quedaron en 34.707 pasajeros (-82,7 %). Noviembre fue otro mes muy malo, con solo 34.707 usuarios (-82,7 %); y en diciembre, a pesar de la campaña navideña, no logró remontar: 53.628 (-74,4 %). Ahora todas las esperanzas de recuperación están puestas en la vacuna.