Santiago se suma al club de urbes que apuestan por los tejados ajardinados

El complejo administrativo que se levantará en San Caetano, formado por cuatro edificios, estará coronado por cubiertas verdes // Son más estéticas y aíslan mucho mejor que las tradicionales
Valentín ÁlvarezSantiago
proyecto mineral-vexetal. Diseñado por los arquitectos Celso López Martín y Jorge Salgado Cortizas.

Hace semanas que finalizó la demolición de la estación de autobuses de San Caetano y cada vez falta menos para que, sobre dicho solar, empiece la construcción de un gran complejo administrativo en el que trabajarán unos setecientos funcionarios. Para el diseño de la nueva sede, que de facto será una ampliación del actual edificio de San Caetano, el año pasado se convocó el concurso pertinente y resultó ganadora la propuesta Mineral-Vexetal, de los arquitectos Celso López Martín y Jorge Salgado Cortizas.

Su proyecto, como se puede apreciar en la imagen, dotaría a los cuatro edificios que lo conforman de jardines en sus tejados. Esto, pese a ser novedoso en Compostela, hace tiempo que marca tendencia en muchos países europeos, como Dinamarca y otros que han apostado fuerte por una transición a este modelo de “ciudades verdes”. Es el caso de París o Róterdam. Quizá San Caetano sea el primer pilar de la nueva hoja de ruta de Santiago y Galicia, pero ¿que supone esta adaptación de nuestros tejados? ¿Por qué cada vez están más presentes en las grandes urbes?

PREVISIÓN. La contaminación en las localidades más pobladas ha aumentado considerablemente en las últimas décadas. El sobrecalentamiento constante de la atmósfera, los gases desprendidos por los miles de coches que inundan las calles, el gasto energético en calefacción y otros muchos factores afectan a la temperatura y a la calidad del aire, y estos techos vegetales se están asentando como una de las grandes medidas para combatir los problemas anteriores.

Lo cierto es que en España aún no están muy presentes, aunque sí hay casos en los que se apuesta por las zonas verdes en las alturas, como Vitoria-Gasteiz. Y aunque Compostela no es precisamente una ciudad muy contaminada, porque la calidad de su aire suele marcar valores excelentes, estos edificios respirables serán recibidos con los brazos abiertos por quienes apuestan por construir ciudades más sostenibles y agradables.

Las azoteas ajardinadas cuentan con diversas capas formadas por tierra, arena, plantas y otros materiales destinados al drenaje o a evitar que proliferen en exceso las raíces. En ellos las plantas crecen libremente, y su principal finalidad es ecológica, ya que suponen un cambio radical en la forma de utilizar la energía, aunque el proyecto de San Caetano destaca más por su vertiente estética.

VENTAJAS. Los beneficios que ofrecen este tipo de cubiertas son variados. En primer lugar, sirven como manto protector de la radiación solar, que impacta directamente sobre los techos. Muchos estudios han demostrado que los tejados verdes son un aislante perfecto tanto en verano como en invierno. Las cubiertas tienen la ventaja de aislar a los edificios del calor y del frío, dependiendo el grado de aislamiento del nivel de humedad que se acumule en las diferentes capas. Todo esto se traduce en un gran ahorro energético, pudiendo reducir el uso del aire acondicionado hasta en un 25% en verano, y el de la calefacción en un 50% para el invierno.

Permiten también proteger, impermeabilizar y aislar térmica y acústicamente el edificio, pudiendo incluso utilizar el espacio como un huerto ecológico en algunos casos. Y a todo esto hay que sumar, como bien muestra el plan Mineral-Vexetal, la función estética que cumplen, mejorando notablemente las vistas respecto a los pavimentos lisos convencionales.

TIPOS. En techos planos sin suficiente espesor y sin capa de drenaje, suele producirse el mismo problema: cuando hay lluvias fuertes se estanca el agua y por tanto, la cubierta se ve muy dañada. La solución es construir un techo de una inclinación de al menos el 5% para que el drenaje sea el adecuado.