...Cuando Casa Mora puso la cruz a la tarta de Santiago y empezó a vender pasteles de nata

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Interior de la pastelería Casa Mora en el n.º 50 de la rúa do Vilar, en 1992, diez años antes del cierre, que se produjo en 2002. Foto: Tono Arias

Cuando en 1924 José Mora abrió Casa Mora no se imaginaba que acabaría creando el emblema de la ciudad en lo que a pastelería se refiere. Él puso la cruz de Santiago a la famosa tarta de almendra, y fue también el responsable de otras innovaciones. A las distintas generaciones de Casa Mora se le deben las bombas, bombones o los primeros cruasanes de Santiago. La primera vez se degustaron en el Hostal dos Reis Católicos.

Casa Mora vivía de los compostelanos y de los universitarios que se concentraban en las facultades del casco histórico, y fue más adelante cuando cogió el bum del turismo, especialmente con la tarta de Santiago. La segunda generación la capitaneó el hijo de José Mora hasta su fallecimiento en 1987. Y fue su mujer, Teresa Bermúdez, la que se puso al frente hasta el año 2002. De ella todos recuerdan su moño blanco y su presencia constante en el local. De hecho, ganó en el 2000 la Medalla de Bronce del Concello. Actualmente, existe la pastelería Mercedes Mora –la nieta de José– en el n.º 50 del Vilar y en el 11 de Frei Rosendo Salvado.