... Cuando se montó un gran Belén viviente en la Plaza del Obradoiro para celebrar un Año Santo

Durante los años 80 se convirtió en una tradición navideña de Santiago la construcción de un gran Belén viviente en la ciudad, propuesta que ideó el por entonces alcalde Xerardo Estévez. En sus primeros años se construyó en la Plaza da Quintana, donde tuvo bastante éxito, pero en 1993 se decidió hacer un traslado a la Plaza del Obradoiro para combinar así las fiestas de la Navidad con la celebración del Año Santo. En el Belén podían encontrarse desde ríos y puentes hasta la presencia de animales que se traían eventualmente para la representación de escenas, y en su elaboración contaba con la ayuda del artista Xosé Manuel Méndez, que también participaba en los eventos de otras festividades como los carnavales. Además, eran claves las colaboraciones de diversas asociaciones de vecinos, asociaciones de comerciantes y otras fundaciones, al no ser el Ayuntamiento el único promotor y responsable de estos eventos, como sucede actualmente en muchas celebraciones. Ese mismo año se inauguró Nadal Xogo, un conjunto de juegos que triunfó entre los niños.