Los vecinos del barrio de Guadalupe llevan cuarenta años sin ver avances en sus infraestructuras. Así lo apunta Isolina Barreiro. “El barrio sigue exactamente igual desde los noventa. Los únicos avances los promovimos los propios vecinos, que reformamos nuestras fachadas y ponemos ascensores. El resto está cada vez más deteriorado”, sentencia la mujer.
Asimismo, la presidenta vecinal mostró su rechazo ante las muchas promesas de los políticos. “Todo está muy deteriorado. En Blanco Amor no se cambió ni una loseta. Son muchas las promesas que el gobierno local nos ha hecho estos años, pero nunca suelen hacerse realidad, y la situación comienza a ser muy cansina”, apuntó.