Si alguien conoce bien la historia de las salas de cine en Compostela ese es el profesor de Historia del Cine, ya retirado, José María Folgar de la Calle. “Algo que gustaba moito dos cines Valle Inclán era que non tiñas a ninguén ao lado mascando palomitas”, recuerda. Reconoce que al final los asistentes acababan pasando tentempiés y los cines Valle Inclán decidieron empezar a venderlos.
“O seu declive chegou porque as produtoras poñían moitas esixencias e foi imposible cumplilas”, explica. Folgar destaca como punto fuerte de estos cines la opción de ver filmes en versión original, algo de lo que Santiago se quedó cojo hasta que abrió el Numax, dos años después del cierre de Valle Inclán.